En esta parte del texto, Pedro comienza la parte (hasta el cap. 4:17) práctica de como vivir como inmigrantes residentes y peregrinos o expatriados (extranjero visitante) en un mundo que sigue sus deseos, rechaza la verdad de Dios y aun ataca a los creyentes. Hemos sido llamados, rescatados “de las tinieblas a su luz admirable”. Esta luz maravillosa en la que vivimos debe ser evidente en nuestros hogares, en nuestro trabajo, escuela, comunidad y en lugares de pasatiempo. La manera nuestra de vivir es evidentemente diferente ya que somos nación “santa” (1:9) y debemos vivir santamente como Dios es santo “en toda nuestra manera de vivir” (1:15).
En esta sección Pedro instruye a la comunidad de Dios en Asia Menor dos aspectos relacionados con nuestra manera de vivir en el mundo. El primero de ellos tiene que ver con la conducta que los no creyentes observan en nosotros. El segundo aspecto tiene que ver con el gobierno civil. Esto aspectos son relevantes y aplicables a nosotros hoy día.