A principios de este mes, estaba leyendo y trabajando a través de Deuteronomio 31:1-8 en mi nueva Biblia de lectura de el mensaje de oración y me encontré con una pregunta que me sorprendió y me dejó desconcertado. Preguntaba: “¿Quién en tu vida te anima cuando te sientes intimidado o abrumado? ¿Qué notas sobre cómo te animan?”. [1] No mucha gente vino a la mente aparte de mi familia, especialmente mi esposa. Como pastor, se espera que seamos los animadores en la vida de las personas, pero a menudo no obtenemos lo mismo. En ese momento, mientras pensaba en quiénes eran los que me animaban, me sentí un poco, debería decir, desanimado. Pero esto no debería ser.
Todos nosotros enfrentamos desaliento o nos sentimos abrumados en nuestras vidas, los pastores y líderes no están excluidos. John Bunyan escribió sobre esto en su famosa alegoría de la vida cristiana en El Progreso de Peregrino. Necesitamos que otros nos animen cuando la vida se pone difícil, estamos pasando por cambios, dificultades o desafíos o cuando simplemente enfrentamos nuestros días sombríos. Esto es lo que Moisés le hizo al pueblo de Israel y a su nuevo líder Josué cuando se preparó para dejar este planeta. Sus palabras para ellos también resonaron en mí:
“Sé fuerte. Toma valor. No te dejes intimidar. No les des un segundo pensamiento porque Dios, tu Dios, está caminando delante de ti. Él está ahí contigo. Él no te defraudará; no te dejará”.
7-8 Entonces Moisés convocó a Josué. Él le dijo con todo Israel observando: “Sed fuertes. Toma valor. Entrarás en la tierra con este pueblo, esta tierra que Dios prometió a sus antepasados que les daría. Los convertirás en los orgullosos poseedores de ella. Dios está caminando delante de ti. Él está ahí contigo. Él no te defraudará; no te dejará. No te dejes intimidar. No te preocupes.” – Mi Traducción de El Mensaje
Sí, Dios está de nuestro lado. No nos defraudará. No nos dejará. Pero necesitamos que la gente nos diga esto también.
La sección “Orar” de este devocional terminó con “Ora por tu propio liderazgo, para que seas un estímulo para aquellos en tu vida que lo necesitan”.[2]
Mientras pensaba en la falta de aliento que recibo, esta fue una buena manera de cambiar eso. Quiero ofrecer aliento a aquellos en mi vida que lo necesitan. Puede ser tan simple como “Buen trabajo” o “Veo cómo Dios te está usando…” o “Puedo ver cómo estás creciendo en Cristo…”.
¿Y tú? ¿Cómo respondes a la pregunta : “¿Quién en tu vida te anima cuando te sientes intimidado o abrumado”?
[1] El Mensaje Oración Lectura Biblia por Eugene H. Peterson, (NavPress, 2022), p. 330.
[2] Ibídem.