“El justo por la fe vivirá” dice Romanos 1:17. La persona que vive para Cristo vive por fe. En contraste, en los siguientes versículos encontramos lo opuesto.
18 Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. 19 Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado. 20 Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa. 21 A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón. 22 Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios 23 y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles. (Nueva Versión Internacional)
Dios muestra su enojo contra “toda impiedad e injusticia de los seres humanos.” ¿Cómo lo hace? Los versículos 24 en adelante lo mostraran. Sin embargo en los versículos anteriores muestra como Dios se revela al hombre mostrándole su verdad pero el hombre, el ser humano lo rechaza. Dios es un Dios que se revela. Se da a conocer. Lo ha hecho a través de su Palabra. Lo ha hecho a través de su Hijo Jesucristo. Pero también lo ha hecho a través de su creación. Este pasaje dice que Dios ha mostrado dos cosas a través de su creación: su eterno poder y naturaleza divina. Sólo hay que mirar la maravillosa creación para ver que fue hecha por el poder de Dios. Muestra también que él es Dios. El hombre ha recibido esta evidencia. Dios se lo ha revelado, y no tiene excusa. Debería ser obvio que el hombre reconociera, agradeciera y glorificara (le de honor, lo reconozca como el Señor de su vida) a Dios en la creación pero no es así.
¿Qué hace el ser humano que rechaza la verdad de Dios?
1. Se extravía en sus pensamientos inútiles. En vez de considerar a Dios, los pensamientos del hombre buscan sus propios deseos. El hombre piensa que sabe más que Dios pero en realidad sus pensamientos son inútiles.
2. Su corazón insensato se oscurece. El corazón del hombre se aleja más de Dios. El corazón del hombre se vuelve más malo y para él, la verdad de Dios es aún más opaca. Su “verdad” está basada en un corazón que está perdido en si mismo, perdido en sus propios pensamientos inútiles.
3. Se cree sabio pero es necio. El hombre con sus pensamientos, sus ideas, sus planes, sin Dios cree que es sabio pero en realidad es un necio porque rechaza lo que Dios le ha revelado. Dios se le ha manifestado y lo sigue haciendo, pero el lo rechaza.
4. Se vuelve idólatra. La progresión de su desvío le lleva a la idolatría. No le es suficiente rechazar la verdad de Dios, y rechazar a Dios, sino que el hombre busca un substituto. ¿Qué es lo que hace? el hombre usando sus capacidades crea su propio dios a semejanza de lo creado y le da su adoración. La Biblia muestra la ridiculez de esto en Isaías 44:9-10
Los que fabrican ídolos no valen nada;
inútiles son sus obras más preciadas.
Para su propia vergüenza,
sus propios testigos no ven ni conocen.
¿Quién modela un dios o funde un ídolo,
que no le sirve para nada
Y sigue diciendo como forma su ídolo de la madera, y usa el resto para calentarse:
La mitad de la madera la quema en el fuego,
sobre esa mitad prepara su comida
asa la carne y se sacia.
También se calienta y dice:
«¡Ah! Ya voy entrando en calor,
mientras contemplo las llamas. »
Con el resto hace un dios, su ídolo;
se postra ante él y lo adora.
Y suplicante le dice:
«Sálvame, pues tú eres mi dios. »
No saben nada, no entienden nada;
sus ojos están velados, y no ven;
su mente está cerrada, y no entienden.
Les falta conocimiento y entendimiento;
no se ponen a pensar ni a decir:
«Usé la mitad para combustible;
incluso horneé pan sobre las brasas,
asé carne y la comí.
¿Y haré algo abominable con lo que queda?
¿Me postraré ante un pedazo de madera
Isaías 44: 16-19
A través de la historia miramos como el hombre ha creado sus propios ídolos y ha elaborado su sistema de adoración. Todo esto es en contra de la verdad de Dios revelada. Los ídolos modernos son más sofisticados. Hay ídolos creados en el mundo virtual que toman el lugar de Dios. El ser humano los adora de una manera sofisticada dándole el tiempo, la dedicación, y su corazón. Pero el ídolo más obvio es la persona misma. La persona que se pone como su propio dios.
Contra ésta injusticia el enojo, la ira de Dios se manifiesta. Todo esto trae consecuencias establecidas por Dios (Romanos 1:24-32). Todo es esto es aparte de las consecuencias naturales de sus acciones. Las brutalidades y la violencia de nuestro mundo actual revelan que el hombre está lejos de Dios. Que su experimento sin Él no funciona. El hombre necesita volver a su Creador. La evidencia es irrefutable.
Si tu eres una de estas personas, Dios te manda a arrepentirte y creer en el único Dios verdadero. Te invita a creer en Cristo como el Salvador y Señor de tu vida. Cuando lo haces, Dios te hace justo y vives en la fe basada en Cristo. Eres un justo que vive por fe, y no uno que vive en su necedad.
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