Porque Necesitamos Dependencia y Devoción a La Palabra de Dios – Salmo 119:17-24

Esta parte del Salmo 119 “guímel” (letra g) es una oración. Es una oración pidiendo a Dios ayuda para depender y tener devoción por la Palabra de Dios. El salmista se encuentra en momentos cuando las circunstancias son difíciles y sufre persecución debido a su obediencia a la Palabra del Señor. Su oración nos enseña el porque debemos de depender y tener devoción a la Palabra de Dios; nos da dos razones generales y nos explica cómo nos ayudan a vivir la vida en obediencia a la Palabra de Dios.

La primera razón es que somos siervos de Dios vv. 17-18
“Haz bien a tu siervo”

La Biblia dice que somos “siervos” o servidores del Señor. 1 Pedro 2:16  ¿Te parece esto extraño? La idea de “siervo” suena como esclavo y no nos gusta. Y por eso muchas veces decimos “servidores”. Pero mal entendemos que el carácter de Dios. Es un privilegio ser sus siervos. Sus siervos son sus hijos, y sus hijos son coherederos con Cristo. Tenemos una herencia eterna y como tales no podemos hacer menos que servirle como siervos.

Nuestro Señor Jesucristo, nuestro ejemplo, siendo el Hijo de Dios se humilló como siervo dando su vida en la cruz, y Dios le exaltó levantándole de los muertos para que por medio de Él podamos ser hijos de Dios. Y no solo somos sus hijos, sino sus siervos. Siervos porque nos sometemos a su voluntad enseñada en su Palabra cumpliendo lo que Él manda.

Como sus servidores, Dios también nos usa como sus emisarios para compartir con otros las Buenas Nuevas de salvación. Nos usa para llevar a cabo su plan de redención o rescate como lo enseña su Palabra. ¡Es un honor ser siervos del Rey de Reyes! Como sus servidores nuestro deber primordial es obedecer su Palabra antes de compartirla. Para esto necesitamos de su provisión y su iluminación.

 Necesitamos la Provisión Completa de Dios en nuestras Vidas v. 17

1. Necesitamos la Provisión de Dios para Vivir de Acuerdo a su Voluntad
“Haz bien a tu siervo; que viva” v. 17a

Antes de conocer a Cristo “merecíamos” nada sino el castigo de Dios por nuestros pecados. Cuando Cristo nos salvó Dios nos dio muchos beneficios, nos dio de su generosidad. El promete “proveer” o darnos generosamente.  El Salmo 103:1-5 nos dice esos beneficios. Todos los beneficios de Dios son para que vivamos de acuerdo a su voluntad.

Dios nos suplirá todo en Cristo Jesús (Filipenses 4:19) para que podamos vivir de acuerdo a la voluntad del Señor.

Como puedes ver, nuestro Dios es dadivoso y generoso. El desea proveer para TODAS las áreas de tu vida. La parte de Dios es proveer generosamente, la parte nuestra es que necesitamos ser obedientes.

¿Cuantas veces nos quejamos en vez de agradecer a Dios por su provisión? Deberíamos ser los siervos más agradecidos porque sin merecer nada, Dios nos ha provisto todo lo que necesitamos para esta vida y para vivir en la eternidad.

2. Necesitamos la Provisión de Dios para ser Obediente
“Y guarde tu palabra” v. 17b

El salmista ora por esta provisión para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y seguir siendo obediente a su Palabra. Él quiere cumplir lo que Dios le ha mandado. ¿Porqué? Porque solo cuando depende en Él es que puede producir fruto de justicia, fruto espiritual que glorificará a Dios. Juan 15

¡Qué diferente es muchas veces en nuestra vida! Queremos que Dios nos provea para ser felices, para gozarnos, pero no para ser obedientes a Él. En las situaciones prósperas, lo ignoramos. No le buscamos. Pero cuando vienen los problemas le buscamos. Se convierte en el ciclo vicioso.

El salmista dice, “Sígueme proveyendo como tu siervo para que pueda ser obediente”, esta debe ser nuestra oración.

No solo necesitamos su provisión en nuestra vida como sus siervos o servidores, sino que

Necesitamos la Iluminación de Dios de su Palabra v. 18

“Abre mis ojos, y miraré
Las maravillas de tu ley.”

Como siervos del Señor necesitamos ser guiados por Él a través de su Palabra. Pero para esto necesitamos su ayuda.

“Abre” significa descubrir o quitar lo que cubre. Es la misma palabra que se usa en el versículo 22, “aparta”.

Para poder entender espiritualmente la verdad Divina, primero necesitamos que nuestro Señor nos abra los ojos. Esto sucede al recibir a Cristo. ¿Recuerdas antes de creen en Cristo que no entendías lo que decía la Biblia? Se te hacía raro. 
 El pecado de no creer en Él nos tenía ciegos a toda la verdad de Dios. 2 Cor. 3:14-15; 4:4. Una vez nos arrepentimos y creemos en Cristo como nuestro Señor y Salvador, Él nos abre los ojos a las verdades espirituales. Es como cuando estás en lo oscura y estás tratando de leer y te sientes frustrado. Pero prendes la luz y dices, “Ah, ahora sí puedo ver.” Así dice la Escritura que era antes de conocer a Cristo.

De aquí en adelante, Dios continúa mostrándonos y enseñándonos su verdad. Es algo continuo lo que llamamos iluminación.                                           

Cuando abrimos la Palabra demos rogar que Dios nos ilumine, que nos abra los ojos para mirar lo maravillosa que es. ¿Porqué no miramos lo maravillosa que es? Primero porque no la leemos. Segundo es porque no pedimos que Dios nos muestre sus maravillas.

La Biblia es suficientemente sencilla para que un niño la lea y la entienda, y suficientemente profunda para que un teólogo no toque el fin.

Un evangelista italiano en los años 1800 hablaba con un hombre dueño de un campo frutal en el norte de Italia.  Al hablar con este hombre, le dijo, “Usted me dice que este libro es la Palabra de Dios, pero no tiene ninguna prueba.” El evangelista cambio el tema y mirando a el fruto de los árboles le dijo, “¡Que peras tan agradables, que pena que se de muy baja calidad!” El hombre le dijo, “¿Qué? ¿Cómo?, ¿De mala calidad?, pero si es claro que Ud. no las ha probado. Tome una o dos y pruébelas”.  El evangelista lo hizo y comenzó a comer una. “Tiene razón le dijo el evangelista, estas peras están excelentes. Pero Ud. también debe hacer lo mismo que yo hecho pero con mi libro. Pruebe que la Palabra de Dios es buena.” – Citado y Traducido de Preaching Illustrations from Church History por Ron Prosise

Nunca descubrirás las maravillas de la ley del Señor sino las pruebas pidiéndole al Señor que te ayude.

Pablo lo expresó así en Efesios 1:17-21. Queremos conocer su sabiduría, su conocimiento, queremos saber sobre nuestra esperanza, queremos saber sus riquezas de la gloria de su herencia y la grandeza de su poder, el mismo que resucitó a Cristo de entre los muertos. Queremos conocer a Dios a través de su Palabra. Queremos conocerle y obedecerle haciendo su voluntad.

 Como siervos o servidores del Señor necesitamos su provisión y la iluminación Palabra para vivir haciendo su voluntad.

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Dependencia y Devoción a La Palabra de Dios -Salmo 119:17-24

Esta parte “guímel” (letra g) es una oración. Es una oración pidiendo a Dios ayuda para depender y tener devoción por la Palabra de Dios. El salmista se encuentra en momentos cuando las circunstancias son difíciles y sufre persecución debido a su obediencia a la Palabra del Señor. Su oración nos enseña el porque debemos de depender y tener devoción a la Palabra de Dios; nos da dos razones generales y nos explica cómo nos ayudan a vivir la vida en obediencia a la Palabra de Dios.


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Cómo Mantener tu Vida Pura – Salmo 119:9-16 – Tercera Parte

Para mantenernos limpios en nuestros caminos, no solo debemos tener determinación para buscar al Señor a través de su Palabra,  atesorarla en nuestro corazón, ser enseñable, compartirla con otros, pero también hay que gozarse en la obediencia a la Palabra de Dios v. 14

1. La Vida en Obediencia a la Palabra Trae Gozo v. 14a
“Me he gozado en el camino de tus testimonios”
El hacer la voluntad de Dios revelada en la Palabra debe traerte gozo. Esto fue lo que Jeremías experimentó. Jer. 15:16
Los mandamientos del Señor no deben ser gravosos o pesados 1 Juan 5:3 porque son muestras del amor de Dios para nosotros. El Señor quiere que nuestra camino sea limpio, puro, santo y gocemos de TODO lo que Él nos ha dado dentro de su voluntad.

¿Es esto lo que experimentas tú? ¿Te gozas en el vivir dentro de la voluntad de Dios?

2. La Vida en Obediencia a la Palabra es el Tesoro Más Grande v. 14 

“Más que de toda riqueza”

El salmista está diciendo que nada, ninguna o toda riqueza puede darle el gozo que la obediencia a Palabra de Dios le puede dar.

Esto no parece que es algo real hoy día. Hay muchas cosas triviales que nos traen más gozo o alegría como el mirar fútbol, ir de compras, el trabajo, los parques de diversiones, estar en el Facebook, socializar, hacer deportes, ganar dinero, comer, pero no hacer la voluntad de Dios. Queremos impactar a nuestros jóvenes pero amamos más otras cosas antes que la Palabra de Dios.

Un niño escribe una carta a una niña:
“Querida Wendy, sé que esto es raro, pero me gustas mucho. No te lo quería decir porque me habrías pegado ahí en medio, como lo hiciste la última vez. Tengo algo para ti. Espero que te guste. Si yo te gusto, te cuidaré mucho, mucho, mucho. Si tienes novio no pasa nada, no me podré triste. Te compraré todo lo que quieras, incluso 100 pares de zapatos. Espero que tengas un día de San Valentín genial. Con amor, Julián”

Este niño aprendió de alguien que hay algo que valoran mucho las mujeres. Ellas se gozan en los zapatos. Quizás para ti sea otra cosa, como para mí los libros. ¿Cómo sabes esto? La evidencia es obvia. Pregunta a tus hijos y te dirán.

Cuando te gozas en el camino o la voluntad de Dios es evidente. Nada toma su lugar y se puede ver en la manera que vives y expresas tu vida.

Quizás piensas que esto no es posible, pero para esto debemos comenzar a buscarle si queremos tener esta clase de gozo. Si te quedas estacionado nada sucederá. Debes moverte y comenzar a hacerlo hasta que se vuelva tu “adicción” y nada sea más deseable.

Piensa, qué harás para comenzar a gozarte en la Palabra de Dios.

Para mantenernos limpios en nuestros caminos, no solo debemos tener determinación para buscar al Señor a través de su Palabra, atesorarla en nuestro corazón, ser enseñable, compartirla con otros, gozarte y valorarla más que cualquier otra cosa pero también hay que meditar Constantemente en la Palabra de Dios v. 15
“En tus mandamientos meditaré”

1. Contempla con Devoción la Palabra de Dios
v.15a (vv. 15, 23, 48, 78, 148, 97, 99)

La palabra meditar significa contemplar, pensar, meditar. Implica un espíritu de devoción. Esto es más que leer la Biblia. Es estar pensando, contemplando, meditando en ella constantemente. La meta de ello es de ponerla en práctica en nuestra vida diaria.

La idea de contemplar para mí es similar cuando vas a un museo. Me encanta ver las fotos del pasado o históricas. Me gusta ver cada detalle, mirar las caras de las personas, pensar en lo que quizás estaban pensando, y tratar de imaginarme lo que es estar allí. Puede pasar mucho tiempo haciendo eso. Termino con un anhelo de estar allí. Así creo que es meditar en la Palabra.

Otro ejemplo es cuando alguien tiene una obsesión. Por ejemplo, la música, el fútbol, el trabajo, el Facebook u otra cosa. Muchas de las obsesiones son malas. Muchas son buenas que se vuelven malas porque te consumen.

Pero el principio de considerar algo con mucho deseo es lo que enseña este versículo. Considerar es ocuparse en os mandatos del Señor de tal manera que son tu obsesión.

En los últimos dos años he estado usando la Palabra durante la oración. Cada mañana a través de mi app “Prayermate” me da un pasaje en cada categoría (Adoración, Confesión, oraciones bíblicas). Comienzo mi tiempo meditando en ese pasaje y algunas veces no alcanzo a terminar mi tiempo de intercesión porque esto.

El martes leía y meditaba el Salmo 31:7. Mientras más lo leía y pensaba en él, me daba cuenta lo cierto que es especialmente en el contexto de mi vida. Es la misericordia o el amor constante de Dios que me da gozo y me alegra durante mis tiempos de aflicción y tiempos de angustia en mi alma. Le daba gracias a Dios por eso, porque no hay nadie que puede darme esto. Es por eso que el merece todo mi amor.

Esto es algo muy olvidado hoy día. En ese entonces no tenían sus propias Biblias así que tenían que oírla y aprender de memoria mucho de ella. De otra manera no podían meditarla.

Hoy día tenemos la Palabra completa en tantas formas y sin embargo no meditamos en ella.

¿Cómo vamos a vivir vidas puras sino lo hacemos? Te invito que cada mañana pases tiempo meditando en la Palabra de Dios.
Cuando meditas en la Palabra te das cuenta del camino del Señor, lo que él te manda, lo que es su voluntad a seguir.

2. Anhela el Camino del Señor v. 15b

“Consideraré tus caminos”

Cuando meditas en la Palabra del Señor te das cuenta que el anhelo tuyo debe ser seguir su camino. Cuando meditaba en el Salmo 31:7 me daba cuenta que nadie merece mi lealtad y mi amor más que Dios. Me hace anhelar su camino. Mientras más medito en su Palabra y puedo ver lo que está pasando en mi vida, como Él me muestra su amor constante es que me hace anhelar más su camino. Me anhela ser obediente a Él. Expreso este anhelo a través de la oración.

A veces no sé cómo debo aplicar su Palabra o me siento incapaz de hacerlo y simplemente lo expreso a Él en oración: “Señor, ayúdame a obedecerte. Ayúdame a seguirte fielmente. Quiero hacer lo que tu Palabra me enseña.”
Otras veces pido que Dios me muestre su camino.

Si queremos mantenernos limpios, puros y seguir fielmente al Señor, debemos meditar en sus mandamientos a través de los cuales podemos ver sus caminos, o su voluntad. Debemos considerarlos o darles atención con la intención de llevarlos a cabo.

Piensa cómo comenzarás a llevar a cabo esto. ¿Qué necesitas ordenar en tu vida para llevarlo a cabo?

Para mantenernos limpios en nuestros caminos, no solo debemos tener determinación para buscar al Señor a través de su Palabra, atesorarla en nuestro corazón, ser enseñable, compartirla con otros, gozarte y valorarla más que cualquier otra cosa, meditar en ella pero también hay que deleitarse en las Verdades de Palabra de Dios v. 16

1. El Placer de la Palabra de Dios v. 16b
“Me regocijaré en tus estatutos”

La palabra “delicia” es la misma que es usa en este versículo. Aparece 9 veces en este salmo. Salmo 119:24, 35, 47, 70, 77, 174, 92, 143

La idea de delicia o placer es la misma en el primer salmo. El Salmo 1:2 dice “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.”

¿Qué es tu deleite?
Para muchos de nosotros es algo tangible como la comida. Tengo problemas con las dietas. Al momento de oigo la palabra dieta pienso ser limitado en comer. Me encanta la comida y muchas veces después de comer la comida de mi esposa prepara le digo, “¡Qué rico es comer!” La comida me trae deleite.

La voluntad de Dios revelada en su Palabra debe ser nuestro deleite. Dios promete una vida de bendición si lo hacemos. Nunca dejaremos de producir fruto espiritual.

¿Qué te trae placer? Sin duda muchas cosas. Me acuerdo en una clase de sicología que el profesor dijo que en la vida solo había dos clases de placeres, bueno y malo. Decía que cada acción era una de los dos. Tiene algo de sentido esto.

Así que la Palabra de Dios o me trae un placer bueno o un placer malo. Si te trae un placer malo es porque no has conocido a Cristo como tu Señor y Salvador o estás viviendo en desobediencia a la Palabra de Dios.

La Palabra de Dios debe causarte regocijo o deleite porque revela la voluntad de Dios. Por el otro lado debe llevarte a

2. No Ignorar su Palabra v. 16b
“No me olvidaré de tus palabras”

El salmista comienza acertando que, para mantener su vida pura, el joven debe “guardar sus palabras” y aquí lo dice de otra manera, “no me olvidaré de tus palabras”. Ambas ideas dicen lo mismo, una de una manera positiva y una negando lo que no hará.

¿Cómo te estás deleitando en la Palabra de Dios durante la semana? ¿Estás ignorándola y prefieres los manjares del mundo que no te traerá satisfacción espiritual, sino que te alejan de Él?

Dios te ha dado la manera de mantener tu vida pura, limpia, y santa. Es su Palabra. Solo ella te traerá este resultado. Envuelve tener determinación para buscar al Señor a través de su Palabra,  atesorarla en nuestro corazón, ser enseñable, compartirla con otros, gozarte y valorarla más que cualquier otra cosa, meditarla y deleitarse en ella.

Primera parte
Segunda parte
Predicación del Sermón completo 

 

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Cómo Mantener tu Vida Pura – Salmo 119:9-16 – Segunda Parte

Como hablamos en la entrada anterior, para mantenernos limpios en nuestros caminos, no solo debemos tener determinación para buscar al Señor a través de su Palabra y atesorarla en nuestro corazón sino también tener, disponibilidad para ser enseñado por la Palabra de Dios v. 12

Para mantener una vida pura, limpia agradable a Dios debemos estar disponibles para ser enseñados por la Palabra del Señor.

Esto se demuestra en dos formas:

1.  Bendiciendo a Dios v. 12a
“Bendito tú, oh Jehová”

Cuando tu corazón atesora la Palabra del Señor en tu corazón, te lleva a adorar a Dios. Le das la gloria a Él por lo que ha hecho. Te ha librado de caer, de pecar y vives una vida recta delante de Él.  Es importante reconocerle a Él como la fuente de nuestra victoria espiritual. Esto nos ayuda a mantenernos humildes. Esta actitud es crucial para nuestra vida.
Pero también

2. Rogando a Dios Ser Enseñado Obediencia v. 12b
“Enséñame tus estatutos”

El salmista pide 9 veces que sea enseñado por el Señor (Ps. 119:12, 26, 33, 64, 66, 68, 108, 124, 135)

Ser enseñado a ser obediente es difícil. Muchos de nosotros luchamos con nuestros hijos para que ellos sean obedientes. ¿Porqué? porque sus deseos pecaminosos siempre quieren dominarlos. Nosotros debemos enseñarles a que sean enseñables. Pero nosotros también luchamos por ser obedientes a Cristo. Ellos ven que venimos a la Iglesia y si realmente estamos abiertos a ser enseñados por el Señor.
¿Discutes con ello con lo que Dios te está enseñando? Tu transparencia es importante para mostrarles que eres enseñable.
¿Por qué nos cuesta obedecer al Señor? Porque nuestros deseos se oponen a los deseos de Dios.

Gálatas  5:17dice,
“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.”
La única manera de ser enseñado es dejar que el Espíritu Santo nos guíe.

Gálatas 5:16 dice, “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.” Romanos 8:13 dice “más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.”

Salmo 86:11 es un versículo que leo casi cada mañana como una oración que expresa el deseo de ser enseñado por el Señor.
Este debe ser nuestro deseo.
¿Cómo está tu deseo de ser enseñado por el Señor? ¿Qué te está pidiendo hoy que aprendas?

No solo debemos tener determinación para buscar al Señor a través de su Palabra y atesorarla en nuestro corazón sino también tener, disponibilidad para ser enseñado por la Palabra de Dios
sin también el deseo de compartir la Palabra de Dios con otros v. 13
“Con mis labios he contado
Todos los juicios de tu boca.”

Los Juicios (mishpatim; 23 veces) se refieren a lo que Dios revelado y declarado como bueno o malo las decisiones.

El salmista dice que, porque busca la Palabra del  Señor con determinación, la atesora (es obediente) en su corazón, y busca ser enseñado por el Señor puede no solo mantenerse puro y limpio en su camino y puede compartirla con otros.

No basta solo orar al Señor bendiciendo su nombre y pidiéndole que nos enseñe sino también debemos compartir con otros los juicios o lo que Dios nos ha declarado en su Palabra como su voluntad. Debemos compartir lo que nos está enseñando a través de su Palabra.

¿Cómo nos ayuda esto?

1. Nos Mantiene  Responsables ante Otros 

Cuando compartimos abiertamente lo que Dios nos está enseñando, nos hace responsable ante otros. Hay una idea muy común que dice que yo soy responsable solo ante Dios y no necesito ser transparente con nadie. Esto es un error. La Biblia enseña lo opuesto. Hay por lo menos 10 mandatos “unos a otros”. Esto solo sucede si compartimos de una manera transparente. Esto es la iglesia. No es museo para ver lo del pasado, no es un parque de diversión para reírte todo el tiempo y gozar tu espacio personal con tus preferidos, es un  hospital donde nos ayudamos unos a otros con nuestras heridas. A veces tiene mal olor y hay gemido, pero buscamos juntos el consejo de Dios.

2. Ayuda a Otros a Seguir tu Ejemplo

No solo nos mantiene responsable ante otros sino también ayuda a otros a seguir nuestro ejemplo. Si tus hijos oyen de tus luchas y como Dios te está enseñando, te ayuda a ser responsable ante ellos.
Los jóvenes hoy día son influenciados por otros jóvenes.  ¡Cuanto más el joven cristiano que vive para Cristo debe ejercer una influencia buena a los demás!

Esto es solo posible cuando guardas la Palabra de Dios y tu vida la demuestra a otros.

Para mantenernos limpios en nuestros caminos, no solo debemos tener determinación para buscar al Señor a través de su Palabra,  atesorarla en nuestro corazón, ser enseñable, y compartirla con otros.

Tercera parte
Predicación del Sermón completo 

 

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Cómo Mantener tu Vida Pura – Salmo 119:9-16 – Primera Parte

Lo que el Salmo 119:9 dice o pregunta es aún más relevante para esta generación y para todos nosotros. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

La preguntas es cómo vivir una vida pura, limpia, íntegra, moral. La respuesta es guardando la Palabra.

Ha sido la falla nuestra como padres, como comunidad y como iglesia de articular la verdad de la Palabra de Dios a nuestros jovenes. No hemos enseñado a nuestros jóvenes y niños como guardar la Palabra de Dios. Cuando hablamos de darles consejos les damos nuestra “palabra” no la “palabra” de Dios.  El consejo que les damos es a menudo el mismo que la cultura les dice. Como consecuencia no saben cómo responder al sinnúmero de situaciones morales y éticas en este mundo. El resultado es desastroso. No quieren nada de Dios y menos de su Palabra.

Aquí hay algunos consejos (muchos enseñados con nuestro ejemplo):
– Tu puedes ser lo tú quieras si te lo propones
–  Disfruta la vida
– Ten prioridades
– Trabaja duro
– Se responsable

La respuesta está en este salmo. Debemos guardar su Palabra. Palabra (dabar; 24 veces) quiere decir cualquier palabra que viene de Dios.

No sabemos si el salmista era joven o era un maestro enseñando a sus estudiantes, pero la pregunta que les presenta la encontramos en el versículo 9.

Aunque la pregunta está dirigida a una persona joven, no quiere decir que es solo para ellos. Es también para nosotros.

Esta pregunta tiene como contexto los versículos anteriores que hablan de cómo debemos ser obedientes a la Palabra de Dios. Esta siguiente sección (bet) nos da lo práctico para ser obedientes a la Palabra y así mantener nuestra vida pura, limpia, sin mancha, irreprensible, santa.

Aunque decimos que la respuesta es fácil, debemos obedecer la Palabra de Dios (v. 9), envuelve ciertos aspectos prácticos que deben ser real en nuestras vidas.

¿Qué debemos tener o necesitamos para vivir una vida pura, limpia, sin mancha, irreprensible, santa delante de Dios?

Determinación para Buscar al Señor por medio De su Palabra v. 10

1. Es un Acto de la Voluntad v. 10a
“Con todo mi corazón te he buscado”

La palabra “corazón” (leb) no significa lo que nosotros entendemos como corazón. No es aspecto emocional. El corazón en el concepto judío envuelve también la voluntad y el razonamiento.  Aparece 14 veces en este salmo (Salmo 119:2, 7, 10, 11, 32, 34, 36, 58, 69, 80, 111, 112, 145, 161)

Buscar al Señor envuelve un acto de la voluntad que es planeado. No es algo emocional.  Envuelve “todo” nuestro corazón. (Salmo 119:34, 58, 69, 145)

Si tu deseas mantener tu vida pura, limpia y santa delante del Señor tendrás que buscar al Señor cada día a través de un acto planeado y premeditado. Es interesante que cuando caemos en pecado, muchas veces es un acto planeado.
Si queremos evitar caer en pecado debemos buscar la Palabra del Señor con todo nuestro corazón.
Pensemos en el ejemplo que les damos a nuestros jóvenes.

¿Miran ellos que buscamos al Señor con todo nuestro corazón a través de su Palabra? La verdad es que ellos no lo ven en nosotros y no tienen ningún interés en hacerlo.

Nuestra determinación debe ser un acto de la voluntad y

2. Es un Acto de Dependencia v. 10b
“No me dejes desviarme de tus mandamientos”

Parece ser que hay una contradicción. En la primera parte, el salmista está determinado a buscar al Señor a través de su Palabra, pero aquí pide que Dios le ayude a no desviarse.

No es una contradicción. Dios dice que debemos de hacer nuestra parte. Filipenses 2:12 dice que debemos de “ocuparnos de nuestra salvación con temor y temblor.” En la vida cristiana no hay lugar para la auto confianza. 1 Cor. 10:12 dice “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.”

Pero también sabemos que Dios es el que nos ayuda en el proceso de nuestro crecimiento espiritual. Esto es lo que dice Filipenses 2:13 y debemos rogar que él no nos permite desviarnos de sus mandamientos.

Los jóvenes hoy día se dedican a los deportes, a las artes, o a querer ser alguien importante o reconocido. Y nosotros como padres o como iglesia les animamos, pero no a buscar al Señor y depender de Él. Vamos a todos sus partidos, los llevamos, gastamos horas tras ora. Pero nuestra determinación de buscar al Señor a través de su Palabra no existe. Ven claramente nuestras prioridades que muchas veces son guiadas por ellas y no por nosotros. Ellos no son tontos, saben claramente que tu no buscas al Señor con todo tu corazón y no dependes de Él.

Otras personas tienen determinación para mejorar su cuerpo y van al gimnasio siguiendo un régimen estricto. Otros tienen determinación para ascender en la posición en su trabajo. No tiene nada de malo, como ya saben que yo lo hago. Pero esta determinación es la que debemos tener para con la Palabra del Señor porque solo ella pueda mantenernos limpios, puros, fieles en el camino de la fe.

¿Cómo está tu determinación de buscar al Señor a través de su Palabra con todo tu corazón? ¿Cuál es tu régimen espiritual?

No solo debemos tener la determinación de buscar al Señor con la determinación de nuestra voluntad para depender de Él sino debemos también, atesorar la Palabra de Dios en tu corazón v. 11

“En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.”

El salmista dice que ha obedecido los mandatos del Señor en su corazón para no pecar contra Él. Hablamos anterior sobre este concepto de corazón.

Mateo 6:10 dice que donde esté tu tesoro (lo que valoras) allí estará tu corazón. Esto quiere decir que lo valoramos es allí donde están nuestros afectos.  Esto se puede determinar por medio de una pregunta,

¿Qué es algo con lo cual si no tuvieras nada no podrías vivir? Se honesto. Quizás digas, “mi esposo o esposa, mis hijos, el internet o estar conectados con otros, mi casa, mi colección de__”. Esto no quiere decir que es malo pero cuando Dios te pide algo, debemos estar dispuestos a dejarlo todo.

Dios pide tu corazón para que atesores su Palabra en tu vida. (Prov. 23:26)

Esta debe ser la prioridad de tu vida. Dije “la” prioridad no una prioridad. Debe de ser la principal. Explicaré más adelante porque es “la” prioridad máxima. Pero en términos de resultados para tu vida,

¿Por qué? Porque atesorar la Palabra de Dios le guardará del mal camino, le mantendrá puro y limpio en tu manera de vivir.

Si la generación milenial o Z siguen sus caminos no terminarán bien. Lo sabemos. El caos moral eventualmente les destruirá y les condenará a una eternidad sin Cristo. Esto es el plan del Enemigo. Es lo mismo en nuestra vida. Nada nos librará de pecar sino el atesorar la Palabra de Dios en nuestra vida.

Los beneficios serán para ti. Cuando les digo a mis hijos que deben ser obedientes es porque les digo que los beneficios son para ellos. Yo no recibo nada directamente. Ese es plan de Dios. Desea lo mejor para ti, pero no sucederá a menos que atesores su Palabra en tu corazón.

1. Debemos Buscar la Sabiduría de la Palabra de Dios y Seguirla Diariamente v. 11a
“he guardado tus dichos”

La sabiduría de Dios revelada en su Palabra debe ser algo que buscamos diariamente porque ella nos enseña cómo vivir temiendo al Señor.  No solo nos librará del mal camino con sus consecuencias, sino que nos asegura una recompensa delante del Señor. Prov. 2:1; 7:1

Además, sabemos que Cristo es nuestra sabiduría. 1 Cor. 1:30 y su Palabra debe habitar en nuestros corazones. Col. 3:16
Es a Él a quien buscamos cada día a través de su Palabra. Él es nuestra sabiduría porque nuestra vida está en El.

Pero él no es tu sabiduría hasta que no crees en Cristo como tu Señor y Salvador. De otra manera no entenderás la Palabra del Señor, y su sabiduría se te hará algo confuso y extraño.

Solamente puedes decir “para mí el vivir es Cristo…” (Fil. 1:21) cuando has dado tu vida a Cristo.

¿Lo has hecho? Si no los has hecho lo puedes hacer esta mañana.

“Antes de recibir al Señor Jesús vivíamos por nuestra cuenta. Pero después de recibirlo, Dios desea
que El viva en nosotros y por nosotros. Cuando el Señor Jesús se vuelve nuestra vida, ya no tenemos necesidad de vivir conforme a nuestra vida original.
El Señor Jesús no nos da mandamientos, sugerencias ni enseñanzas que debamos llevar a cabo, sino que viene de nuestra vida interna y lo hace todo en nuestro lugar, para que podamos vivir por Su vida. Anteriormente
reaccionábamos a las circunstancias con nuestra propia vida, pero ahora debemos permitir que sea la vida de Cristo la que responda.” – Watchman Nee, “Cristo es Nuestra Sabiduría”

Debemos atesorar la Palabra del Señor en nuestro corazón no solo porque allí encontramos Su Sabiduría sino porque también

2. Nos Libra de la Tentación y Pecado v. 11b
“Para no pecar contra ti”

“El salmista sabe que, si ama lo que debe amar, odiará lo que debe odiar, vivirá como debe vivir.” –                                         W. Graham Scroggie, Salmos

Así sucede, solo si amas lo que debes amar que odiarás lo que debes odiar. Y eso viene del atesoramiento de la Palabra en nuestros corazones.

Atesorar la Palabra de Dios es atesorar a Cristo. Nuestro Señor Jesucristo fue claro en Juan 5:39 que las Escrituras son las que dan testimonio de Él.

Es a través de ella que se revela y nos enseña a cómo vivir una vida pura y santa como Él la vivió. Cuando lo hacemos somos más como Él y deseamos lo que Él desea. Si nuestro deseo es ser como Cristo, atesoraremos su Palabra en nuestros corazones. Como dice el canto,

“Pon tus ojos en Cristo
Tan lleno de gracia y amor
Y lo terrenal sin valor será
A la luz del glorioso Señor”

Y es por esto que debe de ser nuestra prioridad antes que cualquier cosa.

¿Cómo estás atesorando la Palabra de Dios en tu vida?

Para mantenernos limpios en nuestros caminos, no solo debemos tener determinación para buscar al Señor a través de su Palabra y atesorarla en nuestro corazón.

Segunda parte
Tercera parte
Predicación del Sermón completo 

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Cómo Vivir una Vida Pura, Limpia, Integra para Dios – Salmo 119:9-16

Lo que el Salmo 119:9 dice o pregunta es aún más relevante para esta generación y para todos nosotros.
¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 
La preguntas es cómo vivir una vida pura, limpia, íntegra, moral. La respuesta es guardando la Palabra. La respuesta está en este salmo. Debemos guardar su Palabra. Palabra (dabar; 24 veces) quiere decir cualquier palabra que viene de Dios.  No sabemos si el salmista era joven o era un maestro enseñando a sus estudiantes, pero la pregunta que les presenta la encontramos en el versículo 9. 
Aunque la pregunta está dirigida a una persona joven, no quiere decir que es solo para ellos. Es también para nosotros. 


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La Vida en Obediencia a la Palabra de Dios – Salmo 119:1-8 – Parte 3

Según el Salmo 119:1-8, la vida en obediencia a la Palabra de Dios es una vida que recibe las recompensas de obedecer la Palabra de Dios vv. 6-7
Se puede ver en varias cosas:

1. Confianza Delante de Dios v. 6 

“Entonces no sería avergonzado, 
Cuando atendiese a todos tus mandamientos”

– Mandatos (misvah/misvot) 22 veces, lo que Dios ordena.

La palabra guardar en este versículo significa “poner los ojos” con la intención de hacer algo. El Salmista tiene el deseo y la intención de obedecer las normas que Dios le ha revelado. El resultado de esto es que no será avergonzado públicamente ante otros. El Israelita era enseñado que debía obedecer la Ley. No hacerlo traía vergüenza.  Hoy día lo opuesto es verdad ante el público. Primero, nos da vergüenza obedecer al Señor en público. Y segundo, el público está listo para burlarse si obedeces a Dios. Eres el santo, el puritano, el radical o extremista.

La Escritura dice que no te avergüenzes del evangelio porque es poder de Dios. Rom. 1:16 Debemos ser valientes para vivir la verdad de Dios porque Él no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. 2 Tim. 1:7
Cuando obedecemos a Dios con valor ante otros podemos acercarnos a Dios con confianza.

Pero además podemos tener,

2. Adoración Pura v. 7

“Te alabaré con rectitud de corazón
Cuando aprendiere tus justos juicios.”

– Juicios (mishpatim) – 23 veces, se refiere a lo que Dios revelado y declarado como bueno o malo las decisiones.

Otro beneficio de obedecer la Palabra es que podemos adorar a Dios con un corazón puro o sincero.  No hay nada que estorba nuestra adoración porque estámos obedeciendo los juicios o lo que bueno que Dios ha declarado que debemos hacer. A medida que Dios nos va enseñando lo que es bueno o malo vamos obedeciendo. Es una actitud muy diferente hoy. Queremos alabar a Dios pero no obedecerle. Y cuando nos manda algo, no lo queremos hacer y nos desanimamos. Ya no le buscamos.

En Mateo 5:8 nuestro Señor dice que los bienaventurados son los de limpio de corazón porque ellos verán a Dios. Ellos podrán tener comunión con Dios. Esa comunión viene de la adoración. Esa adoración es el resultado de la obediencia a la Palabra de Dios.

Finalmente, la vida en obediencia a la Palabra de Dios es una vida comprometida a la Palabra de Dios v. 8

1. Mi Intención v. 8a – “Tus estatutos guardaré”

– Decretos (juqqim) 21 veces, lo que Dios revela como ley o norma, graba permanentemente en su pacto y en su naturaleza.               

El deseo no se queda en deseo como dice el versículo 5 sino que se vuelve en mi intención y lleva a la acción.   El salmista dice que obedecerá las normas de Dios. No hay titubeo. Hay una resolución a obedecer.

¿Cómo cambiaría nuestra vida si tuviéramos esta actitud nosotros? 

2. Su Gracia v. 8b – “No me dejes enteramente”

El Salmista ora que Dios no le deje. Pide que Dios le de su gracia. Debemos pedir que Dios nos siga dando su gracia a medida que le obedecemos. Muchas veces queremos su gracia sin lo obediencia. Si, es cierto la gracia es un favor que no merecemos pero no es una gracia barata. La gracia la hemos recibido por medio de Cristo que dio su vida santa para salvarnos, rescatarnos y hacernos santos delante del Padre.

El salmo 19:10 dice acerca de la Palabra de Dios:

Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

El deseo del que el salmista habla es más que un deseo sin acción. Es un deseo que le lleva a buscar la verdad de Dios. Debemos oír, leer, estudiar la Palabra de Dios con un deseo superior a todo lo demás. Un deseo superior al deseo de trabajar y ganar dinero, al deseo de ser exitoso, al deseo de tener una buena carrera, al deseo de ser un buen padre o madre, al deseo de ser popular, a cualquier otro deseo. ¿Porqué? porque como hemos visto, la persona bienventurada, completa, bendecida, llena de satisfacción por Dios es la que guarda, que integra en su vida, que alinea su vida, que obedece la Palabra de Dios. Esto no es automático ni lo puede hacer alguien por ti. Tu debes hacerlo cada día.

Cuando la Palabra llega a ser lo más deseado y la obedecemos entonces experimentaremos la comunión con Cristo.

Esto habla un himno en inglés “Trust and Obey (Confia y Obedece)

1. Cuando caminamos con el Señor
A la luz de su Palabra
¡Qué gloria Él derrama en nuestro camino!
Al hacer su voluntad
Permanece aún con nosotros
Y con todos los que confían y obedecen

Confía y obedece
Porque no hay otra manera
De ser feliz en Jesús
Confiar y obedecer

5. Luego en compañerismo dulce
Nos sentaremos a sus pies,
O caminaremos a su lado en el camino
Lo que Él dice haremos,
Donde Él nos mande iremos,
Nunca temeremos, solo confiar y obedecer

Trust and Obey

When we walk with the Lord
 In the light of His Word,
What a glory He sheds on our way;
 While we do His good will,
 He abides with us still,
And with all who will trust and obey.

Trust and obey,
For there’s no other way
To be happy in Jesus,
 But to trust and obey.

Then in fellowship sweet
 We will sit at His feet,
Or we’ll walk by His side in the way;
 What He says we will do;
 Where He sends, we will go,
Never fear, only trust and obey.

Parte 1
Parte 2


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La Vida en Obediencia a la Palabra de Dios – Salmo 119:1-8 – Parte 2

La vida en obediencia a la Palabra de Dios es una vida moralmente alineada con la Palabra de Dios según el Salmo 119:3-4

En un concurso de jóvenes que participe hablamos mucho sobre la moralidad. Cuando pregunte a los jovencitos que definieran moralidad me dijeron que era algo personal que cada uno cree. Esto quiere decir que todo es relativo. Tu moralidad no es mi moralidad. Sin embargo, un grupo decía que en el caso de un carro que son conducidos por sí mismos y programados para reaccionar ante un accidente, si había la opción de sacrificarse en un choque en el cual o morías tu o morían cinco personas del otro carro, deberías escoger morir porque traería más beneficio. Es decir según ellos, el utilitario dice que hay que escoger lo que trae más beneficio a la mayoría, aunque requiera sacrificar lo de la mayoría.  Aquí hay una contradicción. En este ejemplo debes escoger no lo que tú crees que es bueno o te favorece sino lo que favorece a otros. Pero en otras ocasiones escoger lo que tú quieres. Hay una confusión en cuanto a qué o cual moralidad deben seguir.

El creyente tiene la Palabra absoluta de Dios y su vida debe alinearse a esa verdad. Cuando lo hace experimentará una plenitud y satisfacción que solo Dios le puede dar.

La vida del creyente que vive en obediencia a la Palabra de Dios

1. Rechaza el Pecado v. 3
“Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.”

Si vives para Cristo ya no vives o andas para ti. Si andas o vives para Cristo ya no vives para el pecado. Esto es lo que enseña Romanos 6:1-2, 6, 12-14.

Los cristianos muchas veces justificamos nuestros pecados diciendo que no hay nadie perfecto, y por esto hemos recibido al gracia de Dios.
Cierto pero La gracia de Dios no te da la libertad para seguir en pecado sino para dejarlo y vivir para Dios.

Esto es lo que dice Efesios 5:1-8.
Si algunas de estas cosas (aún hay más) son parte de como vives debes entender que eso no es obediencia a la Palabra de Dios.

Pero parece ser que hoy día eso es lo que esperamos que Dios haga.  El autor de Hombría al máximo da algunos ejemplos de cómo queremos que Dios nos bendiga cuando estamos desobedeciéndole:

“Mentir y defraudar en el negocio y demandar que Dios lo bendiga y prospere es tentar a Cristo. Hombres y mujeres persiguiendo la promiscuidad a pesar de saber que está mal, hijos que rechazan el consejo piadoso de los padres, congregaciones que demandan que el pastor construya la iglesia en base a programas sociales en vez de la Palabra de Dios y oración, o creyentes deseando disfrutar los beneficios de la salvación y los placeres del pecado al mismo tiempo -todos están tentando a Cristo.” – Edwin Lous Cole, Hombría al Máximo

Dios NO nos va a bendecir cuando somos desobedientes. La ignorancia no es una razón tampoco. Nuestros problemas morales que tenemos hoy día no son por ignorancia sino por desobediencia a la Palabra de Dios. Nos gusta escoger lo que queremos de la Palabra de Dios, pero no lo que manda, que dejemos nuestros deseos malos y andemos en sus caminos.

Creo que cuando como cristianos pecamos en ciertas áreas morales abrimos una puerta que jamás será cerrada completamente. ¿Porqué? porque el pecado ha encontrado entrada. Esto es el caso con la pornografía, las relaciones íntimas antes del matrimonio, la infidelidad en el matrimonio y otras cosas inmorales de las que habla la Escritura. Si, Dios te perdona por gracia pero si tu le das entrada siempre lucharás con ellas y tendrás que esforzarte aun más en “caminar en los caminos” rectos del Señor.

Debes buscarle de todo corazón deseando que Él te muestre su voluntad a través de su Palabra y listo para obedecerle.

Una vida alineada a la Palabra no solo rechaza el pecado, sino que

2. Reconoce que Dios lo ha Mandado v. 4
– Preceptos (piqqudim) 22 veces, pacto, mandato. Lo que Dios ha designado que hagamos.

“Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos.”

El Salmo 19:8 dice: “Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón”

Los mandatos de Dios son rectos, la “norma normata”, la norma que no tiene norma. Es la verdad o norma absoluta porque proviene de Dios. Como tal no trae miseria, ni ata a la persona, o le roba la felicidad. Al contrario, le trae el gozo porque cuando la obedece experimenta la rectitud de Dios.

Cuando vives en obediencia a la Palabra de Dios tu vida moral se alinea con lo que ella dice.Ya no vives de acuerdo a lo que tú crees que es moralmente bueno ni lo que otros dicen ni lo que la cultura dice sino se conforma o se alinea a los mandamientos del Señor.

En el mundo los tipos de éticas son varias: el utilitarista, el hedonismo, el subjetivismo, y otros sistemas éticos
Te da opciones pero todas basadas en diferentes “normas” te llevan a la confusión moral y ninguna te garantiza felicidad, paz ni gozo permanente.  Al fin de cuentas de dejan desilusionado porque solo Dios tu creador puede llenar tu vida. La completa satisfacción viene de vivir una vida de acuerdo a su Palabra.

¿Cómo está tu vida alineada con la Palabra de Dios? ¿Hay cosas que sabes que no son de acuerdo a su Palabra pero rehusas dejarlas para alinearte a ella? Si esperas que algo externo que te “motive” a cambiar no sucederá al menos que quieras la disciplina del Señor que muchas veces viene como consecuencia a las decisiones.

Por ejemplo, una chica no creyente como la que haces muchos años vino a mi pidiendo consejo sobre el hecho de estaba saliendo con un chico no creyente. Le dije lo que la Palabra dice en 2 Cor. 6:14. No aceptó mi consejo, se juntó con él y quedó embarazada. Tuve la oportunidad de compartir el evangelio con el y conoció a Cristo. Se casaron. La historia parece que terminó bien. Pero hoy día están separados o divorciados, no lo sé. Mucho tiene que ver con los valores espirituales. Él era mediocre, no tomaba su responsabilidad espiritual como hombre, ella deseaba crecer y bueno eso no duró mucho tiempo así.

Cuando decides alinearte a la cultura, a las opiniones modernas, o a tu propia ética y no a la Palabra de Dios no esperes la bendición de Dios. Esto no va a suceder. Cuando alineas tu vida a la Palabra de Dios traerá la alegría a tu corazón y a tu vida como dice el Salmo 19:8.

El seguidor de Cristo que vive en obediencia a la Palabra de Dios alinea su vida moral a la Palabra, pero también, es una vida apasionada por la Palabra de Dios v. 5

¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos
Para guardar tus estatutos!”
En el texto Hebreo la oración comienza al revés.

1. Es una Oración Diaria – “¡Ojalá”

La oración es una plegaria que desea que sea así.

2. Es el Deseo de ser Guiado en la Vida Diariamente – “fuesen ordenamos mis caminos”

La oración es una oración diaria en la que la vida del creyente sea guiada o dirigida por Dios a través de su Palabra.

3. Es el Deseo de ser Obediente a su Palabra – “Para guardar tus estatutos!”

– Decretos (juqqim) 21 veces, lo que Dios revela como ley o norma, graba permanentemente o inscribe en su pacto y en su naturaleza.

Cuando oramos que Dios nos guie a través de su Palabra es con la intención de obedecerla. Esa debe ser nuestra intención al abrirla. Eso nos dice Santiago 1:22.

El cristiano obediente desea obedecer o cumplir las normas o los decretos de Dios porque son inmutables o incambiables. Son sus decretos que mantienen el orden en el mundo y en nuestra vida. Los decretos del Señor dan la estructura que necesita nuestra vida para ser bienaventurado.  Cuando obedecemos al Señor nuestra vida tendrá seguridad, paz, y gozo.

¿Haz visto como cuando seguimos nuestros deseos produce caos en la vida? Lo veo cada semana al hablar con las personas, algunas creyentes en Cristo y otras no. Veo el caos que produce el pecado.

Nuestra oración debe ser el que el Señor nos de una pasión por la Palabra de Dios, desear que nos guíe, desear obedecerla.

 En la siguiente entrada concluiremos el tema.
Puedes mirar/escuchar el sermón aquí
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La Vida en Obediencia a la Palabra de Dios – Salmo 119:1-8 – Primera Parte

La búsqueda del significado de la vida es algo que nuestro mundo persigue. Se persigue buscando lo que yo deseo que me trae satisfacción en todas la facetas de la vida hasta que puedo llegar a la auto-realización. Esto es lo que enseña la pirámide de Maslow . Este ya ha sido reemplazado por el Enneagrama con sus nueve perfiles que te ayudan a descubrirte a ti mismo. Notemos que todo nos lleva a la “auto”, algo que yo hago, hasta llegar a lo que yo pienso que me va a realizar. En nuestro mundo donde todo es relativo, si te ayuda a llegar a la “auto-realización”, entonces está bien.

Nadie debe de “juzgarte” porque el “el respeto al derecho ajeno es la paz”. Son tus derechos lo más importante. Es por eso que hoy el aborto es legal. En estos días el presidente apoyó una propuesta de ley y el Senado del gobierno tuvo la oportunidad de hacerla ley. Esto haría ilegal hacer el aborto después de las 20 semanas. No hubo 60 votos para que pasara la ley. Solo hay siete naciones que permiten esto, y los Estados Unidos es una de ellas. ¿Porqué no pasó esta ley? Porque el gobierno busca sus intereses políticos y porque la gente que está de acuerdo quiere tener el derecho disfrutar su vida sin tener que preocuparse por un bebé. Mis derechos valen más que la vida de un bebé que no ha nacido.

El miércoles asistí como juez para una competencia de ética. Equipos de estudiantes de secundaria compitieron contestando casos éticos que nosotros debíamos “juzgar”.  En varios de estos casos los estudiantes argüían que tenías el derecho a hacer cualquier cosa siempre y cuando te hiciera feliz a tú y no le hiciera daño a nadie. Por ejemplo, en un caso la persona sufre de Desorden de Identidad Íntegra del Cuerpo (Bodily Integrity Identity Disorder). Esta persona sufre de un conflicto entre lo que su cuerpo es físicamente y como debe ser su cuerpo. Se presenta el caso de una persona que siempre ha creído que debe ser incapacitada y desea que se le ampute una parte del cuerpo. Los dos grupos que discutieron el tema estaban de acuerdo que esto estaba bien ya que esto le ayudaría a la persona a ser feliz. De otra manera esta persona se trataría de cortar parte de su cuerpo y sería infeliz. Para ellos es mejor que un doctor lo haga.

Pero para el cristiano la vida no funciona así. No es lo que yo creo que me hace feliz lo que domina mi vida. Tenemos una verdad absoluta, la Palabra de Dios. Para el cristiano la Palabra de Dios es la revelación de sí mismo la cual viene directamente de su boca. Su Palabra nos dice y enseña cómo es Dios, su pensar su enseñanza, sus mandatos, sus preceptos, su ley, sus normas y su voluntad para vivir una vida como el la diseño que la vivamos.

Esto es imposible hacerlo sin antes tener una relación con Dios a través de Cristo. Lo primero que hará la Palabra de Dios en tu vida es mostrarte tu pecado y luego te llevará a Cristo. Gálatas 3:10-13, 22-27.Te mostrará que Cristo la Palabra encarnada de Dios vino a nuestro mundo para revelarnos a Dios, para mostrarnos la manera de vivir con Dios, pero sobre todo vino para morir en nuestro lugar y pagar por nuestros pecados para que podamos tener comunión con Dios. No es automático. Lo digo cada semana. Debes creerlo de corazón, confesarlo, arrepentirte de tus pecados y entregarle toda tu vida. Después debes confesarlo públicamente a través del bautismo.  Este evento lo haremos en Febrero 18.

Cuando crees en Cristo eres una nueva persona (2 Cor. 5:17) y comienzas tu aventura de vivir amando a Dios en obediencia a la Palabra de Dios. Obedecer su Palabra es obedecer a Dios. Obedecer a Dios es amarle.

Esto es lo que nos enseña este salmo. Los primeros ocho versículos nos enseñan cómo es la vida que vive en obediencia a la Palabra de Dios.

Recordemos que este salmo se escribió cuando la Palabra de Dios no tenía la mayoría de sus libros. Eventualmente el Antiguo Testamento se completó y para el tiempo de Cristo este eran las Escrituras. El Antiguo Testamento fue la base de la fundación de la Iglesia y la guía para vivir la vida en Cristo hasta más de cien años después de Cristo cuando se completó el Nuevo Testamento.

Hoy tenemos una Biblia completa (con sin número de versiones) pero nuestra pasión por la Palabra de Dios no existe para muchos de nosotros. La miramos como una obligación para leer (lo cual no hacemos) pero que en nuestras prioridades no existe lugar para ella, menos para ser obediente a ella.
La naturaleza del hombre pecaminoso no es ser obediente, es hacer nuestra voluntad. Cuando creemos en Cristo eso se invierte al orden que Dios lo diseño. Aunque hay una lucha interna entre tus deseos (tu “auto-realización”) y los deseos de Dios, el que sigue a Cristo busca y corre a la Palabra de Dios deseando obedecerla. No es fácil pero el creyente verdadero busca conocer a Dios a través de ella.

Como seguidor de Cristo, su Palabra, es tu anhelo, deseo y pasión. ¿Porqué? Porque Cristo dijo que todos los mandamientos se resumen en amar a Dios y amar al prójimo. Cristo dijo en Juan 14:23-24 y 15:10  dijo que el que le ama, obedece Su Palabra. Él es la Palabra de vida, obedecer su Palabra es obedecerle a Él. Amar su Palabra es amarle a Él.

Una vida completa, una vida abundante, satisfecha, íntegra, bendecida, llena, completa viene como resultado cuando obedecemos la Palabra de Dios. Cuando obedecemos la Palabra de vida tenemos comunión con Dios. Conocemos más a Dios, su grandeza, su gloria, su majestuosidad, su amor, su compasión, su misericordia, y su amor. Dios nos llena y satisface completamente porque  nos imparte su vida a través de su Palabra. Esto afecta toda nuestras vida en su totalidad.
¿Cómo es una vida que es obediente a la Palabra de Dios?

Es una Vida Bendecida por la Integración de la Palabra de Dios en toda su vida vv. 1-2

1. Es una Vida Bendecida porque está Comprometida a Vivir la Palabra de Dios Cada Día v. 1

Bendecidos por Dios

Algunas personas cuando les preguntas como les va te dicen que están bendecidos. Para muchos la palabra bendecidos quiere decir que tienen todo lo que necesitan y aún más. Quiere decir que están agradecidos por lo que Dios les ha dado. Generalmente, no tiene que ver nada con la Palabra de Dios. Ser bendecidos por Dios casi siempre está ligada a la obediencia a su Palabra.

El salmo 1 comienza con “Bienaventurados” al igual que este salmo. La persona que es bienaventurada está bajo la bendición de Dios.  Bienaventurado no es:
Tener todo lo que yo quiero, todo lo que yo dese o todo lo que yo hago. Esto no es ser bendecido.
No es como lo que los jóvenes decían en la competencia, cualquier cosa que te hace feliz, aunque implique cortarte o cambiarte una parte de tu cuerpo.

Ser bendecido es cuando mi completa satisfacción viene de hacer la voluntad de Dios revelada en su Palabra. El resultado se puede ver en muchas maneras y es evidente a los demás aun en tiempos de sufrimiento. La bendición de Dios reposa sobre esta persona reposa sobre ella y se puede ver en su manera de vivir.
Son,

– Irreprensibles, Íntegros, Completos

“Perfectos de camino” no quiere decir perfección completa, sino que son personas que son irreprensibles, íntegros y completos. Sus vidas no tienen una dualidad, no son una cosa en un lugar y otra en otro lugar.  La persona obediente es bendecida por Dios porque su vida es una vida completa porque la verdad de Dios les llena su vida. Esto es la vida Cristo-céntrica. La Palabra, el Logos Divino radica en sus corazones a través del Espíritu Santo y él lo lleno todo en sus vidas. Sus vidas muestran a Cristo.

No solo esto, sino que,

– Viven Diariamente la Ley de Jehová
“Los que andan en la ley de Jehová”

– Ley (torah) – 25 veces, se refiere a la ley, instrucción, enseñanza, la revelación de Dios.
El Salmo 19:7 dice:
La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;

Ya que la Palabra de Dios es perfecta, es moralmente pura y superior, no como la opinión humana, puede renovar, transformar, y dar nueva vida a el alma. Esto es parte de la bendición de Dios.

La vida del creyente  muestra en su vida diaria a través de su conducta que son obedientes a la instrucción o enseñanza de Dios. No hay necesidad de decir nada porque sus vidas lo demuestran. Pablo dijo, “para mí el vivir es Cristo…” (Filipenses 1:21). Vivir para Cristo cada día es vivir “andando en la ley de Jehová.” Cuando vivo la Palabra de Dios estoy dejando que Cristo viva en mí. Cuando desobedezco la Palabra estoy haciendo lo que mis placeres quieren no lo que Cristo quiere.

¿Cómo está tu compromiso a vivir la Palabra de Dios? ¿Estás viviendo de acuerdo a la Palabra de Dios? ¿Muestra tu vida tu amor a Cristo en tu vivir diario, una vida completa, integra e irreprensible?
¿Qué te está diciendo el Espíritu Santo en este momento?

Una vida bendecida por Dios no solo está comprometida a la Palabra de Dios, sino que

2. Es una Vida Bendecida porque  Obedecen la Verdad de Dios v. 2

Estatutos/Testimonios (edut/edot) 23 veces significa pacto, los acuerdos basados en el pacto, lo que Dios afirma o testifica como su voluntad
“Bienaventurados los que guardan sus testimonios”

El salmo 19:7 dice:
“El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.”

La Palabra de Dios es segura, firme, fiel y por esto da sabiduría. Esta sabiduría es parte de la bendición que recibe el creyente que la obedece.

Cuando Cristo te salva, él te llama a vivir de acuerdo a la verdad del nuevo pacto establecido por su muerte, sepultura y resurrección. Este pacto es inquebrantable. Este pacto envuelve ciertos requerimientos para mantenerlo.

Nuestra nueva vida en Cristo vive de acuerdo a su verdad y lo que él requiere de ti. Como dije antes, todos los mandatos se resumen en amar a Dios y amar a otros. Todos los demás “testimonios” o “estatutos” específicos caen en una de estas dos categorías.
No puedes ni debes esperar la bendición de Dios cuando no obedeces la verdad de Dios.

El seguidor de Cristo que es bendecido por Dios es aquel que “guarda” u obedece lo que el Señor manda.
 Y no solo esto, sino que

3. Es Una Vida Bendecida porque Busca a Dios con Todo su Ser v. 2b

“Y con todo el corazón le buscan”

El seguidor de Jesús es bienaventurado porque busca a Dios con toda devoción a través de Su Palabra. No es suficiente saber algo de Dios. No es suficiente saber y hacer ciertos mandamientos. El seguidor de Cristo anhela a Dios cada día más. El salmo 42:1-2a es su clamor cada día. El creyente desea conocer más a Dios, pide a Dios que se le revele a través de su Palabra para obedecerle.

El hijo de Dios que vive bajo la bendición de Dios es aquel que integra toda su vida a la Palabra de Dios. Esto quiere decir que toda su vida está bajo el mando de Cristo y guiada a través de su Palabra. Además, se puede ver en su compromiso y obediencia a la Palabra de Dios y busca de Él con todo su corazón cada día a través de ella.

En la siguiente entrada aprenderemos otra característica de una persona que vive en obediencia a la Palabra de Dios.

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La Vida en Obediencia a la Palabra – Salmo 119.1-8

Como seguidor de Cristo, su Palabra, es tu anhelo, deseo y pasión. ¿Porqué? Porque Cristo dijo que todos los mandamientos se resumen en amar a Dios y amar al prójimo. Cristo dijo en Juan 14:23-24 y 15:10 (John 14:23-24; 15:10) dijo que el que le ama, obedece Su Palabra. Él es la Palabra de vida, obedecer su Palabra es obedecerle a Él. Amar su Palabra es amarle a Él.

Una vida completa, una vida abundante, satisfecha, íntegra, bendecida, llena, completa viene como resultado cuando obedecemos la Palabra de Dios. Cuando obedecemos la Palabra de vida tenemos comunión con Dios. Conocemos más a Dios, su grandeza, su gloria, su majestuosidad, su amor, su compasión, su misericordia, y su amor. Dios nos llena y satisface completamente porque  nos imparte su vida a través de su Palabra. Esto afecta toda nuestras vida en su totalidad.
¿Cómo es una vida que es obediente a la Palabra de Dios?


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