2. Vivir para Cristo implica tener un concepto correcto de quienes somos en Él vv. 15-18
¿Cómo se ve lo que realmente somos en nuestra vida? Se ve en la manera que respondemos a otros. En el caso de Pablo, miramos como el responde ante aquellos que querían hacerle daño, que querían hacerle sufrir, que querían hacerle ver mal como seguidor y líder de Cristo. La manera que responde nos enseña a vivir para Cristo.
A. Requiere entender (pero no responder mal) que no todos tienen la motivación correcta en lo que hacen para Cristo vv. 15-17
1. La motivación de los que predicaban a Cristo era por envidia a Pablo.
“Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia”
Algunos de los que estaban predicando a Cristo le tenían envidia a Pablo y lo hacían para hacer que Pablo reaccionara mal y hacerle sentir mal. Pero Pablo no responde a la envidia que le tenían. No era necesario.
2. La motivación de algunos que predicaban era para causar “pleitos” a Pablo.
“Algunos…por contienda”
Algunos de los que predicaban a Cristo lo hacían para provocar a Pablo tener pleitos con él. La palabra contienda es la misma que se usa en el capítulo 2:3 y significa “contención, división, interés personal”. Si estas personas conseguían que Pablo reaccionara De esta podían acusarle de ser una persona contenciosa. Pero Pablo no cayó en su trampa. El no se defendió. Estas personas, que eran cristianos, querían hacer ver mal a Pablo dentro de la iglesia en Filipos. Algunos comenzaban a caer en la trampa y la división comenzaba. Pablo les corrige más adelante diciéndole que no hagan nada por contienda o por interés personal.
3. La motivación de algunos que predicaban a Cristo lo hacían para hacerle más daño a Pablo v. 16
“Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones;”
Estas personas que eran líderes, anunciaban a Cristo pero no con el deseo sincero de honrar a Cristo sino de causarle aflicción a Pablo en la prisión. Lo hacían con el interés de causarle aun más daño de lo que ya había experimentado. ¿Porqué lo hacía? Porque para ellos Pablo era un hombre que no merecía ser seguido ya que estaba en la prisión. Es posible que le acusaban de ser el provocador de estas situación. Pensaban que quería hacerse importante y hacerse el sufrido por Cristo.
4. La motivación de algunos que predicaban a Cristo lo hacían por amor v. 17
“pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio.”
San Pablo aunque miraba las motivaciones malas de algunos pero también los que lo hacían por amor. Estos que lo hacían por amor entendían el plan de Dios para Pablo y se identificaban con Pablo como colaboradores. Pero aun con estos que lo hacían por amor, no era lo que le motivaba en su vida espiritual ni su llamado. El vivía para Cristo. Su enfoque era predicar a Cristo.
En todo esto, Pablo seguía el ejemplo de su Señor cuando sus discípulos le reportaron que había personas echando fuera demonios en su nombre sin su autorización:
“Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros.
Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.” Lucas 9:49-50
Pablo entendía que aunque algunos que predicaban a Cristo con buenas y malas motivaciones esto no le cambiaba quien era en Cristo ni como le servía.
¿Cómo respondes tu cuando otros hacen algo para Dios con una motivación que no es correcta? ¿Cómo respondes cuando otros cristianos hacen algo para provocarte, dañarte o hacerte reaccionar? ¿Respondes defendiéndote directamente o pasivamente? ¿Respondes de una manera emocional?
Notemos que Pablo sabía la motivación de estas personas y nosotros muchas veces asumimos la motivación de otros. Pablo responde de una manera que muestra que su identidad en Cristo no depende de lo que otros hacen. Vivir para Cristo implica entender quienes somos en Cristo. Esta es la manera que debemos responder nosotros. Debemos decir,
“Yo vivo para Cristo y mientras ellos sigan a Cristo estoy contento. Yo vivo para Cristo y mientras ellos compartan a Cristo a otros estoy contento.”
Además,
B. Requiere entender que nuestro prestigio no es el enfoque sino la propagación del evangelio de Cristo v. 18a
“¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado.”
Vivimos en un mundo donde el prestigio, el reconocimiento personal o el nombre de la persona es el enfoque. El cristianismo no está exento. Muchos quieren ser famosos, reconocidos, admirados como “grandes hombres de Dios.” Para Pablo esto no era sin ninguna importancia (más adelante en esta carta lo expresa más claro).
Pablo no estaba preocupado que arruinaran su reputación o imagen compartiendo a Cristo con mala motivación o aun hablando mal de el. Para Pablo el discernir la motivación el porqué otros predicaban a Cristo no era su enfoque ni dictaba su actitud. Sus palabras “¿Qué, pues?” quieren decir literalmente, “¡Qué importa!” Eso no importa. Para Pablo lo importante era el hecho de que “Cristo es anunciado” lo MÁS importante. Notemos que los Pablo no estaba diciendo que anunciar un falso evangelio estaba bien (Solo hay que leer Fil. 3:2 y Gálatas para darse cuenta que esto no es lo que está diciendo aquí). Estas personas eran creyentes y compartían el evangelio de Cristo.
Pablo sabía para quien vivía. Para el apóstol Pablo, el vivir era Cristo. SOLO Cristo y que se predicara a Cristo era causa de mucho gozo. El enfoque de Pablo era el de ser fiel como ministro de Cristo y no dejarse llevar por las motivaciones buenas o malas de otros.
“Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.” 2 Cor. 4:5
Vivir para Cristo requiere entender quienes somos en Cristo, que no estamos preocupados por las motivaciones de otros ni en nuestro prestigio. Además,
C. Requiere tener gozo cuando Cristo es compartido.
“y en esto me gozo, y me gozaré aún” v. 18b
La actitud de Pablo al ver que habían “predicadores” que predicaban a Cristo con una motivación errónea, era una de gozo. Esto va en contra de todo lo que es normal en nuestro mundo, es ridículo desde el punto de vista humano. Pablo dice, “y en esto me gozo, y me gozaré aún”. ¡Que actitud tan sobrenatural! Esto proviene de una persona que entiende quien es en Cristo. ¡Quién es en Cristo es la base de su identidad y no lo que otros hacen o no hacen!
Debo admitir que no estoy de acuerdo con muchos predicadores contemporáneos que predican hoy día. Hay muchos que creo que lo hacen para enaltecer su nombre. No tengo la actitud de Pablo que se goza y goza. ¡Debo aprender a gozarme en lo bueno que Dios a pesar de las motivaciones incorrectas de otras personas!
Esta semana pasé cuatro días con hombres y una mujer en el seminario. Todos tenemos ministerios distintos. Algunos tienen iglesias grandes, otros chicos, otros ayudan en la iglesia pero todos tenemos el privilegio y la pasión de servir a Cristo. ¡Eso es lo importante! Me gocé en todas nuestras discusiones intensas, nos reímos bastante y disfrutamos del compañerismo en el evangelio. Esto fue algo fácil pero aun en estos contextos no es imposible juzgar la motivación de otros. ¡Gracias a Dios que no hicimos esto sino que nos gozamos como compañeros en el evangelio! Para mi, esto es lo más valioso de este programa de doctorado.
¿Cómo es tu actitud cuando ves a otros haciendo algún servicio o compartiendo a Cristo con la motivación correcta o incorrecta? ¿Cómo es tu reacción cuando otros progresan más que tu en tu vida en Cristo o servicio a Cristo ? Debes tener gozo por lo que Dios hace en sus vidas y sus vidas. Debes tener gozo si Cristo se comparte sin importar la motivación. Dios es soberano y usa aun a personas con la motivación incorrecta.
¡Gózate cuando Cristo es servido, predicado y exaltado no importa si no es por la motivación es correcta!
Vivir para Cristo requiere tener madurez espiritual, entender quienes somos en Cristo y a vez recibir ayuda de otros para seguir siendo fiel a Cristo.
3. Vivir para Cristo implica recibir ayuda espiritual para seguir siendo fiel a Cristo v. 19
A. A través de la oración de otros v. 19a
“Porque sé que por vuestra oración…esto resultará en mi liberación”
Pablo no era auto-suficiente. Pablo necesitaba la oración de otros y los Filipenses eran fieles a orar por él durante su tiempo en prisión. Creer que no necesitamos las oraciones de otros para vivir para Cristo es un acto de arrogancia. Pablo creía firmemente que las oraciones de la iglesia le liberarían no solo de aquellos que querían hacerle daño predicando con una motivación incorrecta sino también de la cárcel donde estaba y eventualmente traería la liberación eterna de su vida.
Todos necesitamos las oraciones de nuestros hermanos. Yo necesito mucho de ustedes. Tengo una batalla espiritual cada día, cada semana. ¡Quiero vivir para Cristo y necesito de sus oraciones para poder vivir fiel a Él! Te invito a que ores más por nuestra iglesia incluyéndome a mi. Yo te necesito para seguir fiel a Cristo. Sabemos que Pablo fue liberado de la prisión Romana y lleva el evangelio a España. Esto sin duda fue por las oraciones que la iglesia Filipos hizo por él.
Personalmente, oro por muchos de ustedes por nombre y específicamente. Oro por la iglesia en general para que seamos una iglesia que vive para Cristo. Pero se me escapan muchos de ustedes pero si todos oráramos unos por otros haría una diferencia increíble en la vida de nuestra iglesia.
Vivir para Cristo no quiere decir que eres el “Llanero Solitario Espiritual”. Pablo necesitaba de otros en su vida espiritual. Todos necesitamos la ayuda de nuestros hermanos en Cristo para seguir siendo fiel en nuestro vivir en Cristo.
B. A través de la confianza en el Espíritu Santo de Jesucristo v. 19b
“Porque sé que por…la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación.”
Dios usa el elemento humano (nuestras oraciones) y elemento divino (El Espíritu Santo) para vivir para Cristo.
Debemos entender que el Espíritu Santo está envuelto en nuestras oraciones. El Espíritu de Jesucristo nos “suministra” o provee ayuda en la intercesión por otros. La idea aquí es que el Espíritu Santo de Jesucristo es la misma presencia de Cristo mismo y nos ayuda con su presencia en esos momentos de dificultad. Él nos ayuda a vivir una para Él. Tenemos a la tercera persona de la trinidad ayudándonos en nuestras oraciones por otros.
Piensa en tu vida hoy día y vuelve a repasar lo que has leído, haz inventario espiritual de tu vida, corrige lo que te está impidiendo a vivir para Cristo y enfócate en vivir para Él de aquí en adelante.
Si no has dado los pasos para seguir a Cristo creyendo en Él por fe, hoy puedes hacerlo. Arrepiéntete. Cree en Él. Síguele como Pablo lo hizo.
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