Pablo en 1 Tesalonicenses 5:13 ruega a la iglesia no solo a que honren a sus líderes sino que les tengan en grande estima y amor.
“y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra” (v. 13)
Esto quiere decir que la iglesia les da el valor que merecen debido a su trabajo que llevan a cabo en la iglesia. Lo hacen reconociendo que su trabajo en el Señor es de mucho valor. Tiene valor porque el Señor les ha dado este trabajo. Pero también tiene valor porque ayudan las vidas espirituales de los miembros de la iglesia. Este trabajo es de supremo valor porque guían a otros a Cristo.
La iglesia debe también estimarles con amor debido a su trabajo. La iglesia debe amar a sus líderes que le sirven. Este amor se demuestra en las actitudes y las acciones hacia ellos. Nuestras actitudes hacia ellos deben ser una de aceptación y recibimiento. Nuestras acciones, cómo les hablamos, lo que hablamos de ellos a otros, cómo les tratamos debe mostrar amor. El amor se muestra siendo intencional en el trato. Puedo decir que sin duda que los líderes aprecian esto.
Cuando mostramos amor a nuestros lideres, hace que el trabajo de ellos sea placentero aun cuando ellos tengan que amonestarnos. Una iglesia que no ama a sus lideres que son fieles al llamado de Dios, no están honrando al Señor que los ha llamado.
Puedo decir confiadamente que nuestra iglesia es amorosa con sus líderes. No solo esto sino que lo muestran a las personas que nos visitan, a nuestros miembros y visitantes. Como todo, ha habido y habrá algunos que vendrán a nuestras iglesias con una actitud equivocada hacia los líderes y aun hacia los miembros. Estos se enfocan en sí mismos y no en agradar al Señor. Vemos su falta de amor cuando hacen daño a todos. El amor siempre trata de creer lo mejor en otras personas, edifica a otros, y no trata de dañarlas en ninguna manera.
Pablo insta a la iglesia a mantener una relación pacífica.
“Tened paz entre vosotros” (v. 13)
Para los líderes no siempre es fácil mantener la paz cuando hay personas difíciles.
Pero el llamado a mantener la paz es importante. C.H. Spurgeon le respondió a alguien que tenía dificultad con un diácono diciéndole:
“Soporta. Soporta. Se paciente. Se paciente. Se paciente. Desistir es derrota. Peléa al diablo y ama al diácono-ámalo hasta que sea adorable.”
Como líderes debemos amar y luchar por mantener la paz.
Pero también cuando la iglesia muestra honor, respeto, estima y amor a sus líderes habrá paz en la iglesia. Esto sucede porque los líderes también promueven la paz unos a otros.
Esta paz debe mantenerse.
Pero esto implica también mantener la paz unos a otros. Es el deber de todos nosotros mantener la paz en la iglesia.