“Junto a aguas de reposo me pastoreará.” Salmo 23:2
Las ovejas necesitan agua. Dependiendo de su estado, cuanto pasto han comido, ellas pueden tomar hasta cinco galones de agua al día. Esta agua debe ser limpia y libre de contaminación. No solo esto, sino que para tomar agua necesitan agua tranquila. De otra manera, es posible que las ovejas mojen su lana y con el peso fácilmente pueden ser arrastradas por la corriente y ahogarse. Así que el pastor debe pastorear a sus ovejas junto a aguas tranquilas para que puedan beber. El pastor hace un pequeño remanso usando piedras para que las ovejas puedan beber tranquilamente. Allí ellas beben junto a aguas de reposo.
¿Qué nos enseña esto a nosotros?
Primero, nos enseña que el único que tiene el agua que quita la sed espiritual es el Señor Jesucristo. No hay nada en este mundo que pueda satisfacer el alma completamente. Ni el dinero, ni las relaciones con otros, ni el materialismo, ni la religión ni un programa de auto realización puede satisfacer la sed espiritual. Todo esto es como beber aguas sucias o contaminadas. Beber de ellas eventualmente nos llevará a la muerte espiritual. El Señor Jesús le dijo a una mujer que buscaba agua en un pozo (algo necesario para sobre vivir), “Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás. Más bien, el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que fluya para vida eterna.» Juan 4:23-14
El agua que Él da sacia la sed espiritual. El agua es la vida eterna que Él da a todos los que creen en Él.
La invitación de Él para todos es muy clara: “«Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura.» Jesús se refería al Espíritu que recibirían los que creyeran en él. El Espíritu aún no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado.”” Juan 7:38-39
Para recibir esta agua viva (y el Espíritu Santo) hay que venir a Jesús y pedirle de su agua.
Segundo, este pasaje también nos enseña que una vez el Señor me ha dado de su agua de vida no necesito estar turbado o agitado por las situaciones en mi vida. ¿Porqué? Porque mi Pastor está conmigo. Él toma el control de mi destino y me guía y puedo estar seguro en Él. Pedro uno de sus seguidores escribió: “Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa de ustedes.” 1 Pedro 5:7
Si estoy turbado, afligido o agitado por lo que está pasando en mi vida es porque no le estoy dejando que el me pastoree junto a aguas de reposo. Estoy tratando de beber de aguas turbulentas. Debes dejar que Él te guíe a aguas de reposo.
Teniéndole Él como mi pastor, puedo tener confianza en medio de cualquier situación en la que me encuentre. “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.” Salmo 4:8 (RV)
Tercero, beber de su agua (el agua de vida) produce fruto espiritual en nuestras vidas. Gálatas 5:22-23 nos dice que este fruto es, “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley.”
Si algo de lo siguiente nos describe o caracteriza a nosotros es porque estamos bebiendo de el agua de los deseos pecaminosos: “Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos: no son fieles en el matrimonio, tienen relaciones sexuales prohibidas, muchos vicios y malos pensamientos. Adoran a dioses falsos, practican la brujería y odian a los demás. Se pelean unos con otros, son celosos y se enojan por todo. Son egoístas, discuten y causan divisiones. Son envidiosos, se emborrachan, y en sus fiestas hacen locuras y muchas cosas malas. Les advierto, como ya lo había hecho antes, que los que hacen esto no formarán parte del reino de Dios.” Gálatas 5:19-20 (VLA)
Si esto describe tu vida, hay dos posibilidades, no has bebido de la fuente de vida, el Señor Jesucristo. Debes arrepentirte y darle tu vida. Su agua de vida (El Espíritu Santo) llenará tu ser y te transformará. Si eres creyente, y una o más de estas acciones (o similares) te describen, quiere decir que te has desviado del Pastor y estás bebiendo de agua contaminada, debes arrepentirte y volver a Él. Debes permanecer cerca de Él de aquí en adelante.