Algo que el pastor de las ovejas hace es guiarlas a buenos pastos. En estos pastos no solo comerán y se saciaran, sino que descansaran. Todas las ovejas necesitan estos buenos pastos. Jesús nuestro buen pastor hace esto con nosotros. ¿Qué son estos buenos pastos y cómo nos guía? ¿Qué descanso nos da?
Es muy obvio que este salmo es una metáfora, es decir una comparación entre el pastor de ovejas y lo que el Señor hace con nosotros como sus ovejas. En este caso, sabemos que nosotros al igual que las ovejas necesitamos pastos buenos o delicados. Estos pastos tienen que ver con la Palabra de Dios. Sabemos que Dios suple nuestras necesidades materiales o tangibles, pero en este caso la idea es que Él nos da comida espiritual. En Mateo 4:4 encontramos que cuando el Señor fue tentado por el diablo diciéndole que convirtiera una piedra en pan, él dijo: “Escrito está; No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Esta verdad es muy importante. Quiere decir que no subsistimos solamente de lo material o de la comida sino de “toda la palabra que sale de la boca de Dios”. La palabra de Dios es la Biblia. Es el libro de dónde Dios nos habla. Esto debe ser prioridad para nosotros. Pero la realidad es que muchos de nosotros no tenemos ningún tiempo para saciarnos de su palabra. Y es por esto que estamos tan raquíticos espiritualmente. Y consecuentemente trae resultados por esta falta de buena dieta espiritual.
¿Qué quiere decir comer la palabra de Dios? Las ovejas cuando comen y se sacian descansan. Pero siguen rumiando (el proceso de retraer y masticar otra vez la comida que ya han puesto en uno de sus estómagos) su comida por horas en sus cuatro estómagos. El propósito es de sacar provecho de todos los nutrientes de ella.
Si llevamos esta comparación a la alimentación espiritual, esto es más que leer un versículo o un capítulo, o memorizar un verso. Este proceso envuelve leer, pensar, leer, y orar la palabra de Dios más de una vez. Este proceso toma tiempo. A este proceso le llamamos meditación.
La meditación es como poner en remojo un saquito de té en la taza. Cuando se deja por un tiempo le da más sabor y color al agua. La meditación es así. Tú eres el agua y el saquito de té la Palabra de Dios. Mientras más meditas en ella más efecto tiene en tu vida.
En seguida comparto un proceso sencillo para meditar la biblia. Esto se puede hacer en el proceso de la semana dedicando unos 10-15 min diariamente. Recuerda que la meditación no substituye la lectura, la memorización, y estudio de la biblia. Además, el propósito de meditar la Biblia (al igual que las demás formas) es aplicarla a nuestra vida.
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- Escoge un pasaje bíblico.
- Lee el pasaje varias veces lentamente, tratando de entender lo que dice.
- Represéntalo. Visualiza la escena en tu mente.
- Recita el pasaje en alta voz .
- Parafraséelo. Reescribe el versículo en tus propias palabras.
- Personalízalo. Reemplaza los pronombres o los nombres con tu propio nombre.
- Úsalo en oración. Pon tu nombre en las partes, óralo como si fueran tus palabras.
Cuando una oveja está satisfecha, rumia. Y mientras lo hace descansa. Así es con nosotros. El resultado de la meditación será el descanso. En un mundo donde todo corre de prisa, el descanso es importante. Pero este descanso es más que físico. Es buscar los pastos del buen pastor para hallar descanso para nuestras almas. Este descanso afectará toda nuestra vida.
Si no tu no has dado tu vida al Buen Pastor para ser su oveja, ese es el primer paso. Acércate a Él y dile que quieres seguirle y no más tu propio camino. Una vez lo hagas comenzarás a ser guiado y enseñado por Él. Aprenderás a ser guiado a pastos delicados para poder descansar.