3. Cuando Dios te Discipline Arrepiéntete y Obedece a Dios v. 67
“Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba;
Mas ahora guardo tu palabra.”
Algunos de estos golpes de la vida o situaciones que experimentamos son parte de la disciplina de nuestro Padre celestial. El nos está llamando a corregir nuestro camino y a obedecerle.
A. Dios disciplina a sus hijos porque los ama (algunos se descarrían) – Hebreos 12:4-11
Nos ama y desea nuestra santificación, no nuestra felicidad, así que nos disciplinará cuando nos desviamos y cuando necesitamos crecer para que podemos aprender a dejar el pecado y vivir una vida que le agrade a Él. Esto no quiere decir que es un castigo severo todo el tiempo. Dios es un buen padre y sabe lo que necesitas. Hará lo necesario para enseñarte lo que debes corregir o lo que debes aprender durante los golpes de la vida.
B. Nos Enseña humildad – 1 Pedro 5:5-6
“Antes que fuera yo humillado”
El salmista dice, “Desobedecía tus palabras, pero me hiciste agachar mi cabeza”. Dios le enseño humildad. Dios usa las situaciones difíciles para enseñarnos humildad.
1 Pedro 5:5-6 dice,
“revestíos de humildad; porque:
Dios resiste a los soberbios,
Y da gracia a los humildes.”
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo”
Algunos somos muy orgullosos y Dios tiene que hacernos agachar la cabeza, suavizar nuestra cerviz. El no quiere quebrarla, aunque lo hará si es necesario. Prov. 29:1 Por favor, escucha al Señor si te está hablando hoy. No endurezcas tu corazón.
La respuesta a la disciplina o corrección del Señor es “guardar”, obedecer su palabra.
Somos tan tercos. Queremos que Dios nos bendiga en nuestra rebeldía. Nos disciplina y en vez de arrepentirnos y venir a Él seguimos en nuestra desobediencia y nos trae más sufrimiento.
¡Arrepiéntete de tu pecado y ven a Él esta mañana!
4. Entiende que Dios es Bueno y Solo Hace lo Bueno v. 68
“Bueno eres tú, y bienhechor;
Enséñame tus estatutos.”
Hay una causa y efecto que el salmista reconoce que nosotros debemos reconocer cuando estamos pasando por los golpes de la vida.
El versículo se traduce mejor, “Porque eres bueno, todo lo que haces es bueno.”
A. Porque Dios es Bueno
En su naturaleza, en su esencia, Dios es bueno. Ese es su carácter, lo que es.
B. Solo Hace lo Bueno
Su esencia dicta lo hace. Dios es bueno, y consecuentemente solo hace lo bueno. Pero, ¿qué de lo malo que sucede en nuestras vidas y las vidas de otros? Dios no es culpable de lo malo que pasa en nuestras vidas. El origen del mal no proviene de Dios sino de dos fuentes: Satanás y nuestro pecado.
Sin embargo, hay hasta ateos como Richard Dawkins que, aunque no creen en Dios, acusan a Dios:
“[Dios es] un limpiador étnico vengativo y sanguinario, un racista misógino, homofóbico, un infanticida, genocida, phillicidal (un padre que asesina a su propio hijo), pestilente, megalómano, sadomasoquista, caprichosamente malevolente matón”. – El Engaño de Dios
Pero, sin Dios no existe, no es posible culparlo. Y si no existe, ¿cómo explicar el mal? el mal no es más que algo más que es parte de una vida que no tiene propósito ni futuro después de la muerte.
Sin embargo, sabemos que Dios existe, que es soberano y que eventualmente la maldad será eliminada completamente. La maldad cumplirá el propósito soberano de Dios. Pero no tenemos que esperar hasta la eternidad para esto. El triunfo sobre la maldad y el pecado fue sobre la cruz. Fue a través de la cruz, de la muerte y resurrección de Cristo que la muerte, el pecado, y el mismo Satanás fue derrotado.
Recuerda que esto fue la injusticia más grande que jamás haya sucedido. Recuerda en los momentos de sufrimiento, luchas, aflicciones, y golpes. Mira a la cruz. Lo que tu pasas no es más que lo Él pasó. El entiende lo que estás pasando. Y te ha dado de su victoria.
Aunque esto no elimina nuestras luchas, y el sufrimiento humano, pero garantiza nuestra seguridad y triunfo porque NADA puede separarnos del amor, la bondad en Dios por medio de Cristo. Garantiza que Dios SOLO tiene el bien en mente y en sus planes para nuestra vida en su estado eterno, aunque tengamos que pasar por el sufrimiento en esta vida. Y nosotros seguimos sus pisadas, pero nunca sufriremos como Él sufrió. Su sufrimiento transcendió lo físico. Fue un sufrimiento espiritual al llevar todos nuestros pecados y llevar el castigo de Dios sobre sí mismo. Ninguno de nosotros puede entender ni experimentar esto. Sólo Él.
Cristo dio un ejemplo de esto en Lucas 16:19-31 cuando habló de un hombre llamado Lázaro. Él sufrió en esta vida, pero fue consolado en la eternidad. El rico disfrutó la vida, pero fue castigado en la eternidad. La diferencia no fue el estatus socio-económico sino el hecho que una creyó en la bondad de Dios. El otro rechazó la bondad de Dios.
Tu tienes esta opción. Puedes rechazar la bondad de Dios ofrecida en Cristo, o recibirla. Tu decisión determina tu futuro eterno.
Pide a nuestro Dios bueno, que solo hace lo bueno, que te enseñe su verdad. Te darás cuenta que lo que está pasando en tu vida está bajo el control de su bondad.
Tercera parte
Sermón via video y audio
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