Según la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión, 6.8 millones de personas sufren de desorden de ansiedad cada año. Aunque esto es algo clínico, hay muchas otras personas que sufren de ansiedad y afán. Hay más de 15 millones de americanos adultos que viven con ansiedad.
Los efectos de la ansiedad y afán son: depresión, sentido de fatalidad, dolor de cabeza, irritabilidad, ataques de pánico, malestar estomacal, problema para respirar, dolores musculares, palpitaciones, depresión, fatiga, presión y arterial alta.
Terminando de hablar sobre el problema del materialismo y cómo debemos de tratarlo, ahora el Señor dice: “Por tanto os digo…” (v. 25). Cuando rechazamos el materialismo podemos caer en la tentación de la preocupación y el afán por lo que no tenemos. La persona con muchos bienes vive afanada por tener mas y vive en una insaciable búsqueda de más. Por otro lado, están los que no tienen mucho y tiene afán y ansiedad porque no saben cómo sobre vivirán.
Ambos son opuestos a lo que el Señor nos enseña en este pasaje. El seguidor de Cristo no debe seguir el materialismo ni vivir afanado y ansioso por sus necesidades básicas.
Bosquejo
I. Obedece el mandato: Deja de afanarte v. 25
A. Por tu sustento v. 25a
“No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber”
B. Por tu vestimenta v. 25b
“qué habéis de vestir”
C. La razón v. 25c
“¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”
II. Aprende del ejemplo de confianza y dependencia v. 26
A. Las aves no se preocupan v. 26a
“Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros y vuestro Padre celestial las alimenta.”
B. El valor nuestro es superior v. 26b
“¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”
III. Entiende la futilidad del afán v. 27
“¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?”
A. El afán no produce nada de beneficio
B. La longevidad de nuestra vida está determinada por Dios
IV. Confía en la provisión de Dios vv. 28-32
A. Dios viste mejor a sus hijos vv. 28-30
B. Los hijos de Dios no buscan lo material como los que no le conocen vv. 31-32a
“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas”
C. Dios conoce perfectamente las necesidades de sus hijos v. 32b
“pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.”
V. Preocúpate por buscar el reino de Dios v. 33
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
A. Es lo primordial en la vida del seguidor de Cristo v. 33a
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia”
B. Lo secundario viene de Dios v. 33b
“y todas estas cosas os serán añadidas.”
VI. Vive el día de hoy y no para mañana v. 34
“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”
A. No vale la pena afanarse por mañana porque será igual v. 34a
“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.”
B. Vive un día a la vez v. 34b
“Basta a cada día su propio mal.”
Preguntas evaluativas:
1. ¿Estás obedeciendo el mandato de no afanarte por lo básico de tu vida?
2. ¿Estás aprendiendo de la naturaleza que nos enseña a depender en Dios (y que el afán es innecesario)?
3. ¿Entiendes claramente la futilidad de afanarte, que no produce nada bueno (es inútil)?
4. ¿Cómo estás confiando en la provisión de nuestro Padre Dios que sabe todo lo que necesitamos (y no en el afán que es un insulto a la bondad de Dios)?
5. ¿Cómo te estás preocupando por buscar su reino y su justicia en tu vida?
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