“Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.”
Muchos siguen este sueño. Buscar ser felices alcanzando lo material, una buena carrera, un buen trabajo, tener un casa, una familia feliz (con dos niños y un perro y un gato), un buen trabajo, hacerse viejo sin ningún inconveniente.
Pero como cristianos es este nuestro sueño o meta. ¿Cuál es tu meta final como creyente?
¿Para qué nos salvó el Señor? Nos ha llamado a ser santos.
Hebreos 12:14 dice,
“Seguid…la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” La santidad es requisito para ver al Señor lo cual indica que debemos seguirla con mucho esfuerzo. “Seguir” requiere diligencia, esfuerzo y dedicación.
Esto no es muy fácil porque nuestro cuerpo esta viciado con las cosas de este mundo.
Este es el tema que debemos abordar hoy.
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