Pablo a través de su relación con la iglesia en Filipos nos muestra como el Señor está haciendo la obra en ellos y como lo hace en nosotros. Hasta aquí hemos visto que Dios lo comienza a hacer cuando conocimos a Cristo. Este proceso dura toda la vida. Hay dos maneras más.
2. La obra de Dios envuelve la participación mutua en el evangelio. vv.7-8
Pablo usa la palabra “koinonia” que se traduce “compañerismo” en Español para hablar de como la obra de Dios envuelve una participación mutua o compañerismo mutuo. Este compañerismo que tiene su base en nuestra unión en Cristo (desde que creímos) es más que disfrutar tiempo juntos con personas que nos quieren o ser amigos en Cristo. Es más que tener un tiempo de comida compartida, visitas, afecto mutuo de amistad. Este compañerismo que nos ayudará llevar a cabo la obra de Dios en nosotros envuelve más que esto.
A. Compañerismo en el evangelio Fil. 1:5, 7; 4:15
Pablo expresa el gozo que es orar por los Filipenses y lo que justamente siente (con su ejemplo está mostrando la actitud que ellos deben tener unos con otros) porque les tiene en su corazón, en sus prisiones “y en la defensa y confirmación del evangelio”. Todos ellos son “participantes” o compañeros de la gracia desde le primer día en que creyeron en Cristo.
¿Qué quiere decir esto? Primero, que la iglesia de Filipos entendió la misión de compartir las Buenas Nuevas de Salvación a todas las naciones desde su nacimiento. ¿No debe ser esto así en cada iglesia pero especialmente la nuestra?
Segundo, no solo lo entendían sino que ayudaron a Pablo dándole el apoyo espiritual y moral y con la ayuda económica. Fue la iglesia que fue más constante en apoyarlo a través de su ministerio (Fil. 4:15). Todos nosotros en esta iglesia debemos apoyar en todas formas lo que estamos llevando a cabo aquí en Tyler (esto quiere decir que entendemos que es nuestra misión y que estamos comprometidos a ella).
Tercero, estaban activamente envueltos no solo defendiendo el evangelio que Pablo predicaba sino que lo estaban viviendo y compartiendo. Ellos también estaban teniendo los mismos conflictos que Pablo tenía por compartir el evangelio. Phil. 1:30
¡Esto es compañerismo en el evangelio! No era simplemente ayudar a Pablo orando por el y brindándole ayuda económica. Ellos estaban viviendo lo que Pablo les había compartido. Esto es lo que debe ser el caso en nuestra iglesia. Todos estamos unidos en la misión de ser y hacer discípulos. No es solo el trabajo del pastor o líderes. El enfoque no es tampoco en nuestras necesidades como consumidores. Cuando comenzamos a ver lo no nos dan o hacen las personas de la iglesia para o por nosotros perdemos el propósito por el cual Dios formó la iglesia. Existimos para compartir el evangelio con otros a través de toda nuestra vida. La expresión verbal y el modelo de vida son indispensables para llevarlo a cabo. Esto hacía la Iglesia de Filipos.
Esto hacía que Pablo expresara aun más su amor hacia ellos:
“Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo.” v. 8
Este amor no era superficial sino profundo arraigado en el evangelio de Cristo. Hoy día el amor entre nosotros es superficial. Amamos porque nos aman o cuando nos aman. Amamos porque queremos ser amados. Amamos porque queremos recibir algo. No amamos porque nos une el propósito que tenemos de vivir y compartir el evangelio con todo el mundo. Necesitamos amarnos con el “entrañable amor de Jesucristo”. ¡Señor enséñanos a amar así!
Dios quiere usarnos para ser “luminares en el mundo” que resplandecemos en una “generación maligna.” (Fil. 2:15) La obra de Dios en nosotros no solo envuelve entender y estar persuadido que Dios está llevando a cabo la perfección en nuestra vida sino que vivimos en misión para compartir con otros el evangelio.
¡Esta es la clase de compañerismo que necesitamos y que Dios nos manda a tener en Cristo! El resultado será que el amor de Dios rebosará entre nosotros.
B. Compañerismo en el Espíritu – Fil. 2:1-2
Esta relación de colaboración en el evangelio es obra del Espíritu Santo. Cuando no sucede es porque estamos viviendo de acuerdo a nuestros deseos. Pero cuando sucede es porque nos estamos sometiendo al Espíritu Santo.
“Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.”
El compañerismo en el evangelio es una unión que viene a través del Espíritu Santo. Es el Espíritu Santo que nos guía, nos da poder y nos usa al compartir con otros y nos une en un mismo sentir. Esto se puede destruir con la desunión y falta de armonía. Esto comenzaba a suceder en Filipos y Pablo tiene que mencionarles por nombre en la carta que debía ser leída a todos. Debemos someternos al Espíritu Santo de Dios para tener compañerismo en el evangelio.
Además debemos tener,
C. Compañerismo en el sufrimiento de Cristo Fil. 3:10
“a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte”
Cuando compartimos el evangelio a través de nuestras vidas diarias en todo lugar, y alumbramos con nuestras vidas las vidas de aquellos que no conocen a Cristo podemos esperar sufrimiento. Cuando, como iglesia estamos envueltos en esta misión compartimos el fruto de ver a personas conocer a Cristo. Compartimos el fruto de ver personas crecer en Cristo, pero también compartimos nuestro sufrir en Cristo. No pensemos que estaremos en este mundo sin experimentar pruebas, luchas y aun sufrimiento. Esto no es bíblico. Y no pensemos tampoco que el sufrimiento viene por experiencias difíciles. Los sufrimientos de Pablo fueron por causa del evangelio y venían de personas que le tenían envidia o aun querían matarlo por hablar en contra de la religión judía. Habrán personas que te odiaran y te harán sufrir porque vives para Cristo.
Es a través del sufrimiento que conocemos más a Cristo. Es a través del sufrimiento que crecemos más en Cristo. Y en ese sufrimiento no solo tenemos comunión o compañerismo con Cristo sino unos con otros.
¿Cómo funciona esto prácticamente?
Esto es algo que compartimos juntos en grupos pequeños, en el discipulado de grupo o uno a uno, en los momentos de interacción en la iglesia y fuera de la iglesia. Allí compartimos lo que Dios está haciendo en nuestras vidas y a través de nuestras vidas.
Si esto no es parte natural de tu diario vivir te estás perdiendo de la obra que Dios quiere hacer en tu vida. ¡Quizás por eso te sientes apático a las obra de Dios en ti¡ Quizás por esto te sientes aburrido, deprimido, cansado, lejos, enojado y tienes un espíritu de crítica. ¡No estás viviendo el plan de Dios para tu vida!
Recuerda que el enfoque de estos momentos es tener comunión en lo que Dios está haciendo a través del evangelio en tu vida y en mi vida. ¡No es para quejarnos, para buscar nuestros intereses personales o para criticarnos! Esto es exactamente lo que Pablo corrige a la iglesia de Filipo a NO hacer.
Esta comunión se comparte también con otros creyentes en otros países a través de los informes que leemos. Espero que estés informado en lo que está pasando a los creyentes en otros países. Esta semana leí de las tres familias que fueron echadas de un pueblo indígena en Oaxaca por ser creyentes. Están sufriendo por su fe pero no la negaron. No tienen casa ni posesiones pero lo tienen todo en Cristo. Oremos por ellos y seamos parte de sus sufrimientos.
La obra de perfección comienza cuando conocemos a Cristo, sigue desarrollándose a través de nuestra participación en vivir y comunicar el evangelio pero también
3. La obra de Dios envuelve el amor de Dios que produce carácter espiritual vv. 9-11
Para que la obra de Dios sea una realidad en nuestras vidas, deber haber crecimiento en nuestro desarrollo espiritual. Entiendo que hay muchos que son parte de nuestra iglesia que viene de lugares diferentes y de iglesias diferentes. Sin embargo, tu deseo debe ser el crecer en Cristo. Tu deseo debe ser que haga la obra en tu vida y tu vida produzca carácter espiritual. Estoy convencido que Dios te trajo a ti y a mi aquí. Pero también creo que no te trajo para que te estaciones en tu vida espiritual. Tampoco te trajo para que andes a toda velocidad causando choques y daños.Te trajo para que crezcas espiritualmente. Si este no es tu deseo quizás estés en la iglesia equivocada.
La clave para el carácter espiritual es el amor de Jesucristo. Miremos que Pablo ha dicho que ama a los Filipenses con el entrañable amor de Jesucristo en el versículo 8 y ahora en el versículo 9 ora para que ellos tengan ese amor en abundancia.
A. Amor basado en entendimiento y discernimiento v. 9
“Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento”
Pablo ora que el amor de los Filipenses “abunde más y más”. Pero este amor no es un amor superficial ni emocional ni subjetivo. Es un amor basado en “ciencia y en todo conocimiento”. La palabra “ciencia” significa “entendimiento” o el hecho de entender o saber algo. La palabra “conocimiento” se puede traducir como “discernimiento” y da a entender lo que es bueno y malo.
El amor que debemos tener unos a otros y en cual debemos crecer es un amor basado no en emociones o percepciones que tenemos. Nuestro amor debe estar basado en el entendimiento y el conocimiento de lo bueno y malo basado en la Palabra de Dios. El amor no es amor ciego, un amor que no tiene base en la verdad de Dios.
Recordemos que nuestro entendimiento y conocimiento está afectado por el pecado y muchas veces vamos a equivocarnos en lo que nosotros pensamos que es amar y es por esto que debemos guiarnos por la Palabra de Dios.
B. El resultado de este amor v. 10-11a
1. Comprobaremos lo que es excelente v. 10a
“para que aprobéis lo mejor”
Cuando amamos con el amor de Dios basado en su verdad podemos experimentar lo que excelente de Dios. La razón porque no experimentamos las excelencias de Dios es porque seguimos aferrados a nuestra manera de amar. Solo el amor de Cristo nos da esa libertad para experimentar lo mejor de Dios en nuestras vidas. Si sigues aferrado a tu camino no experimentarás lo mejor de Dios.
2. Seremos sinceros v. 10b
“a fin de que seáis sinceros”
Cuando nuestro amor está basado en el entendimiento y conocimiento de Dios basado en su Palabra nuestro carácter será puro. La idea de la palabra “sincero” es la de la luz que muestra la realidad. Porque la Palabra de Dios sacará a luz lo que no es amor. Esto producirá en nosotros carácter que evidentemente mostrará sinceridad, algo que no tiene contaminación, que es puro.
En esta semana miraba un video de un meteorólogo que estaba en Florida. Estaba parado mientras el viento supuestamente lo empujaba. De repente en el trasfondo aparecieron dos jóvenes caminando sin ningún problema. Este meteorólogo no fue sincero y fue descubierto accidentalmente por estos jóvenes. Nosotros también tendemos a pretender así como creyentes.
Cuando “amamos” a otros y renegamos antes, durante o después no es el amor sincero de Dios.
Cuando amamos con el amor de Dios produce sinceridad, pureza, no pretendemos y nuestras motivaciones hacia otros son correctas. No cuestionamos todo lo que otros hacen ni hacemos algo por ellos con duplicidad. Esto no es amor, esto es lo opuesto. San Pablo nos dice en Romanos 12:9 “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.”
Debo admitir que soy muy auto consciente y muchas veces cuestiono en mi mente lo que otros hacen y porqué lo hacen. Esto no es correcto y debo aceptar que lo que hacen lo hacen con amor sincero.
Entendamos también que el texto no dice que debemos decirles a otros todo lo que pensamos usando el pretexto de ser “sinceros”. Esto si ofende a la otra persona es pecado. Nuestras emociones deben sujetarse a la Palabra de Dios y no darles rienda suelta.
Nos falta mucho en la Iglesia de Cristo hoy. El mundo es experto en identificar nuestras faltas y una de las más prominentes es la falta de sinceridad. Ellos pueden ver lo que somos y lo que aparentamos ser. Cuando ven que estos no concuerdan nos acusan con razón. La falta de sinceridad les repela de nosotros y perdemos nuestra crediblidad.
Quiero decirles que mi amor para Uds. es sincero. No tengo intención de mostrar algo que no soy. Cuando digo que los quiere, significa que los quiero. Cuando les digo que están haciendo algo bien lo digo con sinceridad y no solo para hacerlos sentir bien. Cuando les digo algo, especialmente para corregir, lo digo con sinceridad no para hacerlos sentir mal sino porque veo lo que Dios quiere hacer en sus vids. Lo veo hoy al estar en frente de Uds. y compartir la Palabra de Dios. Dios quiere que su iglesia sea una iglesia que muestre el amor de Dios.
3. Seremos sin tropiezo cuando Cristo venga v. 10c
“e irreprensibles para el día de Cristo”
La idea de “irreprensibles” es de no causar tropiezo (cf. 1 Cor. 10:31). Cuando amamos basado en el conocimiento y discernimiento de Dios seremos personas que no causaremos que otros tropiecen. Constantemente estaremos evaluando nuestro caminar conforme a lo que Dios dice, cuidando de que amemos de acuerdo a su verdad. El amor tiene cuidado de que no hagamos a otros tropezar.
Si hay algo en que fallamos y hemos fallado como iglesia es en esto. Esto ocasiona que creyentes tropiecen y no quieran seguir a Cristo. La oración de San Pablo es que tengamos un amor que nos lleve a ser irreprensibles, sin tropiezo hasta el día que Cristo venga. La teología de Pablo que motiva a una vida que es digna del Señor la presenta en sus escritos a la luz de la venida de Cristo. La oración es que cuando el día de Cristo venga pueda ver nuestra fidelidad como comunidad (no personas individuales) de creyentes unida en Él.
4. Seremos llenos de buenos frutos de justicia por medio de Jesucristo v. 11a
“llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo”
Los frutos de vivir de acuerdo al amor de Dios basado en su verdad es la “justicia” que viene directamente de nuestro Señor Jesucristo. Es porque permanecemos en Él que podemos producir fruto que es bueno, agradable y justo delante de sus ojos. Estos frutos o fruto vienen del Espíritu Santo (Gal. 5:22-23) y no de nuestros esfuerzos. ¡Jamás produciremos frutos de justicia aparte de nuestra dependencia de Cristo! Es la obra de Dios en nuestras vidas a través de Cristo que produce una vida con frutos de justicia. Permanecer arraigados en Cristo produce fruto, comportamiento moralmente y espiritualmente agradable a Dios.
C. El Propósito de este amor v. 11b
“para gloria y alabanza de Dios”
El propósito de la obra de Dios en nosotros no es para que nosotros nos sintamos orgullosos. Todo, todo lo que resulta es “para gloria y alabanza de Dios”. Es la obra de Dios en nosotros y no nosotros en la obra de Dios.
Pablo termina su oración con mucho ánimo confiando en que Dios perfeccionará a cada creyente “para gloria y alabanza de Dios”. Nosotros tenemos esa misma esperanza. Es tiempo de acercarnos a Dios y arraigarnos en nuestro Señor Jesucristo para que Él haga su obra en nosotros. Él nos ofrece una manera excelente para vivir en este mundo que Pablo dice es “perverso”. La mesa está puesta para ti y para mi como SU iglesia. Tu puedes venir y comer de este banquete o puedes seguir comiendo la comida chatarra. Junto con Pablo te invito a escojas el camino excelente y superior de Cristo. ¡Vivamos esto juntos como iglesia!
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