Experimentando la Navidad
De los días festivos en nuestra cultura, hay muy pocos en los que podemos decir que tienen un significado bíblico y que proveen la oportunidad para compartir con otros sobre nuestro Señor Jesucristo. Semana Santa y Navidad son dos periodos de tiempo en el que podemos compartir con otros sobre nuestro Señor Jesucristo. Semana Santa que viene antes de Navidad en el año, es cronológicamente después. En la Navidad celebramos el Advenimiento, la llegada del Hijo de Dios como humano a través del nacimiento virginal. Isaías profetizó de este niño que llegaría a ser el Rey de Israel y consecuentemente nuestro Rey.
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.” Isaías 9:6-7
Esto se llegó a su cumplimento en esa primera Navidad. Lucas 1:32-33 nos dice: “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”
Su nacimiento es significante no solo porque habla de su encarnación sino también de su vida perfecta que vivió como humano por treinta y tres años. Su vida necesitaba ser perfecta para poder salvarnos. En otras palabras, para salvarnos tenía que vivir una vida perfecta porque solo una vida perfecta podía ofrecerse como sacrificio por nosotros. Y eso es el propósito de su venida, vino a morir. Este es el significado de la Semana Santa.
Pero volviendo a la Navidad, las personas en este tiempo buscan la felicidad a través de lo que es temporal. Buscan alegría a través de celebraciones familiares, compartiendo con otros, dando regalos pero todo esto carece de permanencia. Otros está tan envueltos en el correr y va de la temporada que al final les deja cansados y listos para volver a la vida normal. No hay duda que para muchos es un tiempo religioso para observar y recordar el nacimiento de Cristo. Aun para los no religiosos es un tiempo de pensar en los demás y ser generosos.
Pero para nosotros, los que hemos creído en el mensaje de las Buenas Nuevas de la Primera Navidad, el significado de es una realidad que hemos experimentado. Esto llegó a ser una realidad para nosotros en un tiempo específico cuando alguien nos habló de Cristo y nos compartió el mensaje de cómo Cristo murió, fue sepultado y resucitó para que al creer en el por medio de la fe tengamos perdón de nuestros pecados. Fue en ese momento que experimentamos la Navidad. Jesús, el Salvador prometido, nos salvó de nuestros pecados y nos dio una nueva vida. El es una realidad en nuestras vidas hoy. Puede que tu vida hoy no esté comprometida a Él, estés frío en tu relación, y hayas dejado tu primer amor, pero el sigue siendo real.
Esta Navidad te invito, si ya eres creyente, que le adores como tu Rey y te comprometas a amarle aun más. Además te invito a que compartas con otros las Buenas Nuevas de la Navidad.
Si no eres creyente, es un buen momento para doblar tus rodillas como lo hicieron los reyes magos, los pastores y muchos otros más y le reconozcas como tu Salvador y Señor. Rinde tu vida a Él. ¡Experimenta el verdadero significado de la Navidad!
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