Los primeros 12 minutos del sermón se perdieron debido a asuntos técnicos. Por favor leer abajo donde se encuentra la transcripción de esos minutos.
Trabaje como maestro por más de 12 años y creo que fui un buen maestro. Sí, parte de ser maestro es saber como mantener el interés usando el buen sentido de humor. Pero como maestro también fui bastante exigente. A pesar no creo que hice sufrir a mis estudiantes. En una ocasión cuando era profesor de Español, una estudiante dijo que mi clase mi clase era la más difícil que tenía en todo su semestre.
Pero hay un maestro que no nos gusta. Se llama sufrimiento. El sufrimiento es un maestro que no deseamos pero necesario.
“El duelo no es pasivo. El sufrimiento no es algo que te pasa y luego montas una ola de emociones hasta que las circunstancias se calman. El sufrimiento es como la escuela, y el duelo es la forma en que logramos el trabajo del curso. No es el tipo de educación que nadie se inscribe voluntariamente. Pero, cuando la devastación entra en nuestras vidas, automáticamente estamos inscritos en el seminario sobre el sufrimiento. Y, así como nos prepararíamos para cualquier clase, debemos descargar el plan de estudios y comenzar a completar fielmente las asignaciones.” https://encourage.pcacdm.org/2021/05/24/post-template-213-136/
El capítulo 3 de Lamentaciones nos presenta a el sufrimiento como maestro. A diferencia de los capítulos 1 y 2, que tiene dos líneas que comienzan con el alfabeto Hebreo, el capítulo 3, tiene tres líneas (tres versos) y cada una de ella comienza con la letra del alfabeto Hebreo.
El capítulo 3 continúa hablando sobre el juicio del Señor sobre Jerusalén pero de diferente manera. Usando el pronombre personal “yo” el autor expresa lo que el sufrimiento como maestro le ha enseñado en su vida y cómo Dios sigue siendo fiel (vv. 1-24). Habla usando “yo” para ayudarnos a relacionarnos con el sufrimiento de Jerusalén. En seguida de esto, el autor habla de cómo responder individualmente (vv. 19-24) y corporativamente al sufrimiento vv. 25-47. Finalmente, nos enseña cómo podemos orar con confianza al Señor en tiempo de sufrimiento (vv. 48-66).
I. Lo que el sufrimiento nos enseña (vv. 1-24)
El sufrimiento enseña varias cosas a través de la manera que llega a Jerusalén. En este caso particular fue por el pecado de Jerusalén que le vino este castigo de parte de Dios. Dios usó a la nación de Babilonia para ejecutar este juicio.
A. La oscuridad del sufrimiento vv. 1-6
1. Ha experimentado el dolor de la vara de aflicción del enojo Dios v. 1
“Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo.”
El autor en los primeros seis versículos usa la metáfora de oscuridad o tinieblas para referirse al sufrimiento que vino a Jerusalén como castigo de Dios.
No sabemos quien es este hombre, pero de cualquier manera sabemos que representa a Jerusalén y su sufrimiento. Este hombre ha experimentado el dolor que vino por medio de “la vara de aflicción del enojo de Dios”.
2. Ha experimentado el día de oscuridad v. 2
“Me guio y me llevó en tinieblas, y no en luz”
Este tiempo de sufrimiento fue dado por Dios. Es tiempo de oscuridad no de luz.
3. Ha experimentado sufrimiento constante v. 3
“Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día.”
El sufrimiento que experimentó fue constante, no cesa.
4. Ha experimentado sufrimiento quebrantador v. 4
“Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos”
El sufrimiento le ha absorbido su cuerpo y piel y le ha quebrantado sus huesos. La destrucción y el quebrantamiento que Jerusalén ha experimentado literalmente le ha afectado.
5. Ha experimentado un sufrimiento que invade completamente v. 5
“Edificó baluartes contra mí, y me rodeó de amargura y de trabajo.”
Este sufrimiento fue construido por Dios y le rodeó completamente. Literalmente esto fue lo que Babilonia hizo contra Jerusalén al destruirle. Esta invasión le rodeó de amargura y debilidad. Esto ha sido algo muy duro para el.
6. Ha experimentado un sufrimiento oscuro de muerte v. 6
“Me dejó en oscuridad, como los ya muertos de mucho tiempo.”
Este sufrimiento que ha experimentado le ha dejado en la oscuridad de los ya muertos. Es un estado de incapacidad, al borde de la muerte.
El sufrimiento nos enseña que es un tiempo oscuro, es constante, quebranta, afecta completamente, y nos deja al borde del valle de la sombra de la muerte.
Pero no solo esto.
B. El restriñimiento del sufrimiento vv. 7-9
1. Es una prisión sin salida vv. 7-8
“Me cercó por todos lados, y no puedo salir; ha hecho más pesadas mis cadenas. Aun cuando clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración”
La idea de este verso es que Dios le cercó por todos los lados y no hay salida. Lleva cadenas pesadas. Es una prisión sin salida, pero que alcatraz. Aunque clama a Dios que el carcelero, Él no escucha su oración de clamor.
2. Es un camino sin salida v. 9
“Cercó mis caminos con piedra labrada, torció mis senderos.”
Este sufrimiento es como un camino con piedras que no dejan pasar el camino. Es un estorbo. No puede salir de este laberinto de piedra que Dios le puso en su camino.
C. La ferocidad y lo mortal del sufrimiento vv. 10-13
Ahora el autor cambia las metáforas deprimentes usando animales para comparar el castigo de Dios y el sufrimiento que le ha causado.
1. Es como un oso feroz v. 10a
“Fue para mí como oso que acecha”
El autor compara a Dios como un oso feroz que está listo para devorarlo. El juicio de Dios es así para Él, es feroz.
2. Es como un león devorador v. 10b-11
“como león en escondrijos
Torció mis caminos, y me despedazó; me dejó desolado.”
Además de ser como un oso feroz, el juicio de Dios con su sufrimiento es como un león devorador. No importa a que dirección vaya, el león está allí para despedazarle y dejarle desolado. Así ha quedado Jerusalén.
3. Es como un arquero mortal vv. 12-13
“Entesó su arco, y me puso como blanco para la saeta.
Hizo entrar en mis entrañas las saetas de su aljaba.”
Dios se ha vuelto también como arquero mortal que busca su presa y le tira sus flechas. Jerusalén es el blanco. Este sufrimiento entró en sus entrañas (su hígado) como las flechas del arquero. El sufrimiento es doloroso y mortal.
D. La crueldad del sufrimiento vv. 14-16
“Fui escarnio a todo mi pueblo, burla de ellos todos los días;
Me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos.
Mis dientes quebró con cascajo, me cubrió de ceniza”
El castigo que vino de Dios por su desobediencia ha sido causa de escarnio y burla de sus enemigos. Dios le ha dado de comer amarguras y le “embriagó de ajenjos”. Este sufrimiento es amargo, causa dolor y tristeza.
No solo esto, sino que le ha dado a comer tierra que ha quebrado sus dientes. Todo le ha llevado a tristeza (“cubrió de ceniza”).
E. La desesperanza del sufrimiento vv. 17-18
“Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien,
Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza en Jehová.”
Todo el sufrimiento que Dios le ha causado le ha hecho que la paz se aleje de él. No hay memoria del bien, de los tiempos donde experimentaba la bondad de Dios. Sin Dios no es posible tener paz.
Ha llegado al punto de perder todas sus fuerzas y su esperanza en Jehová. ¿Será este el fin?
Esto que le pasó a Israel (a Judá) nos hace pensar en lo inútil que es vivir nuestra vida en rebeldía a Dios. Rebeldía no es hacer lo que pensamos que son “pecados graves” delante de Dios. Rebeldía es simplemente no obedecer a Dios en lo que nos manda.
Esto trae consecuencias y a menudo significa sufrimiento y dolor. ¡Cuantas parejas hoy están sufriendo en sus matrimonios por su desobediencia a Dios! ¡Cuantas parejas desiguales en las que el creyente sufre porque fue desobediente a Dios casándose con alguien no creyente! ¡Cuantas parejas cristianas que viven juntas sin casarse pensando que Dios acepta esto!
El pecado trae consecuencias y nos puede llevar a la desesperanza en Dios.
Habiendo descrito la oscuridad del sufrimiento que está experimentando, el autor ahora habla de cómo responder ante esto. El sufrimiento aunque lo que experimentamos no es nada agradable, no nos enseña mucho acerca de cómo debemos responder ante Dios. El sufrimiento sin Dios no tiene ninguna explicación lógica coherente. El sufrimiento y el castigo divino tiene sentido recordamos y confesamos ciertas verdades acerca de Dios.