El Salmo 23 es muy conocido y popular. Muy a menudo se usa en los funerales y entierros. Pero este salmo no fue escrito para los muertos sino para los que tienen una relación con el Señor Dios. A un nivel personal, es un salmo bastante tierno y a la vez alentador. Pero solo es alentador si verdaderamente existe una relación entre el pastor y las ovejas. Además nos enseña lo que es vivir en una relación íntima con Dios. Este salmo fue probablemente escrito por David que fue pastor cuando era joven. Él se compara con una oveja y al Señor como el pastor. Esta comparación es común en la Biblia (Salmo 100:3; 79:13; 80:1). Las ovejas por naturaleza no son inteligentes ni saben cómo auto dirigirse. No tienen auto control al comer y pueden comer demasiado. Si se caen patas arriba no se pueden levantar. Son muy susceptibles a los ruidos y tienen miedo. Es fácil que se pierdan del camino y a menudo se siguen una a la otra lo cual las hace presa fácil de otros animales. Es por esto por lo que necesitan un pastor.
David tenía una relación con Jehová o Yahweh que es el nombre de Dios. Ese nombre es muy personal y como tal requiere que la persona tenga una relación con Él. Esto no es algo automático. La biblia es clara que nosotros somos ovejas perdidas siguiendo nuestro propio camino. Isaías 53:6 nos dice, “Todos nosotros nos perdimos como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, pero el Señor cargó sobre él la maldad de todos nosotros.” (Versión popular)
Este camino es un camino alejado de Dios, de pecado, que eventualmente nos llevará a la separación eterna de Dios.
Aquí en Isaías nos dice que Dios “cargó sobre él la maldad de todos nosotros”. ¿Quién es esta persona? Nuestro Señor Jesucristo. Es más Isaías 53 describe la muerte de Cristo como la de una oveja que es matada por los pecados nuestros. Es muy interesante ya que en Juan 10 Él se compara a el pastor de las ovejas. En Juan 10:14-15 dice el Señor Jesús lo que haría como pastor, “Yo Soy el buen pastor….Yo doy mi vida por las ovejas.” Y así fue. Hoy día el sigue cumpliendo lo que dijo, “También tengo otras ovejas que no son de este redil; y también a ellas debo traerlas. Ellas me obedecerán, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.” Juan 10:16 (VP) Él sigue trayendo ovejas a su redil para ser su pastor.
Es al creer en Él como el Gran Pastor de las ovejas que dio su vida por nosotros que podemos llegar a ser parte de su redil. Una vez somos de su redil le seguimos y obedecemos su voz (Juan 10:27-30). Es cuando podemos decir, “Jehová es mi pastor”.
¿Es tu pastor? Si no lo es puedes serlo si reconoces que estás perdido espiritualmente como oveja. Debes arrepentirse o dar la vuelta del camino que llevas y comenzar a seguirle a Él.
Si ya es tu pastor, este Salmo te ayudará a ver cómo debe de ser tu relación con el Señor día a día. A menudo los que ya somos sus ovejas, queremos vivir la vida como si nosotros somos el pastor. Y por esto nos va mal. El deseo que el Señor tiene para nosotros es que tengamos vida, una vida abundante hoy y aquí (Juan 10:10). Solo puede ser abundante cuando vivimos en una relación íntima con Él.
En los siguientes aportes aprenderemos más sobre lo que implica tener una relación con nuestro Pastor.