Pablo insta y ruega a la iglesia de la misma manera que lo hizo en cuanto al trato hacia sus líderes que deben corregir y ayudar a los miembros que lo necesitan. Hay tres tipos de creyentes que ellos deben corregir y ayudar.
“También os rogamos, hermanos” v. 14
Primero enseña que deben amonestar a los desordenados ociosos.
“que amonestéis a los ociosos” v. 14a
La palabra “ociosos” significa “fuera de orden” y se usaba en la militar para los que no estaban en el lugar de fila o no cumplían con sus obligaciones. Estas personas que Pablo menciona son aquellos que viven vidas desordenadas y no cumplen con sus obligaciones. Estas personas son las que no trabajan y están dependiendo de otros o no cumplen con sus obligaciones en sus trabajos. Hay personas que cambian trabajos seguido y siempre que lo hacen es porque alguien tubo la culpa. Ellos nunca son responsables. Esto también es algo que no es correcto. El rol de la iglesia es amonestar, llamar la atención a este tipo de creyente.
Segundo, la iglesia debe animar a los de poco ánimo.
“que alentéis a los de poco ánimo” v. 14b
La palabra “poco ánimo” significa “poco espíritu”. Estos creyentes son los que son propensos a ser desanimados debido a las circunstancias o debido a sus debilidades pecaminosas. Estas personas son fatalistas (quizás digan que son realistas) en su manera de ver las cosas. Son vulnerables también a la ansiedad y a la preocupación. Es posible que algunos en Tesalónica padecían de esto debido a las persecuciones que habían experimentado.
Pablo manda a la iglesia a animar a estos creyentes. Estos creyentes necesitan a alguien que les eche porras para seguir adelante en el camino del Señor. No necesitan ser amonestados como los ociosos, esto no les ayudará.
Tercero, la iglesia debe apoyar a los débiles.
“que sostengáis a los débiles” v. 14c
Otro tipo de creyentes, son los débiles en la fe. Pueden ser débiles porque no tienen suficiente madurez espiritual y no han aprendido a ser fuertes en Cristo. La debilidad de ellos se ven en su falta de fe en asuntos que relacionados con la libertad cristiana. Se ofenden rápidamente si ven algo que no les parece bien. Se dejan llevar por enseñanzas equivocadas, a menudo caen en las mismas faltas y les hace falta aprender el auto control.
A estos debemos sostener o apoyar. Cuando alguien se dobla o quiebra un hueso, generalmente se le pone algo que le sirva de apoyo hasta que se recupera. Así nosotros debemos ser ese respaldo para este tipo de creyente hasta que pueda madurar y crecer y sostenerse así mismo.
Finalmente Pablo insta a la iglesia a ser pacientes con todos.
“que seáis pacientes para con todos” v. 14d
Esta es la manera de mostrar amor a todos (1 Cor. 13:4) sin importar qué es su condición espiritual. Debemos ser pacientes con todos lo cual es fruto del Espíritu (Gál. 5:22). Todos estamos en el proceso de la madurez espiritual.
Preguntas de aplicación:
¿Cómo estás amonestando a los que viven desordenados o son perezosos?
¿Cómo estás animando a los desanimados?
¿Cómo estás sosteniendo a los débiles en la fe?
¿Eres tu una de estos tres “tipos” de creyentes? Busca ayuda si lo eres.