Los mandatos “Unos a Otros” que encontramos en la Biblia
1. Confesar nuestros pecados unos a otros – Santiago 5:16
2. Orar unos por otros – Santiago 5:16
3. Soportarnos unos a otros – Colosenses 3:13
4. Perdonarnos unos a otros – Colosenses 3:13
5. Confortarnos nos a otros – 1 Tesalonicenses 4:18
6. Llevar las cargas unos a otros – Gálatas 6:2
7. Estimularnos unos a otros – Hebreos 10:24
8. Exhortarnos unos a otros – Hebreos 10:25
9. Amonestarnos unos a otros – Romanos 15:14
10. Someternos unos a otros – Efesios 5:21
11. Enseñarnos unos a otros – Colosenses 3:16
12. Amarnos fervientemente unos a otros – 1 Pedro 1:22
13. Ser hospitalarios unos a otros – 1 Pedro 4:9
14. Servirnos por amor unos a otros – Gálatas 5:13
15. Animarnos y edificarnos unos a otros – 1 Tesalonicenses 5:11
Estos solo se pueden llevar a cabo con otros creyentes que quieren crecer a un nivel más personal. Un cristiano aislado no puede llevar a cabo estos mandatos (no son opciones).
¿Cuál de estos debo comenzar a practicar?
Los legos fueron inventados por Ole Kirk Christiansen en 1947. Los legos son diseñados para conectarse primero con Dios y luego uno con otro. No hay otra manera. Y no solo se necesitan dos partes sino muchas partes para formar algo. Es así que somos cada uno de nosotros en el Cuerpo de Cristo. Hemos sido para conectarnos unos a otros y practicar estos mandatos “unos a otros”. De esto se trata el discipulado, ir al lado de otros para ayudarles a crecer espiritualmente.
Al finalizar esta serie te invito a que te hagas las siguientes preguntas:
¿Qué clase de discípulo eres tú? ¿Eres uno nominal, convencido, comprometido o maduro?
¿Como discípulo, qué estás haciendo para crecer espiritualmente? ¿Haz hecho metas para crecer espiritualmente este año? ¿Cómo te estás conectando con Dios diariamente?
¿Como discípulo, cómo estás cumpliendo los “unos a otros”? ¿Cómo estás conectándote con otros?
¿Quién te está discipulando, quién va a tu lado ayudándote en tu vida? ¿A quién estás discipulando, a quien estás ayudando yendo “al lado” de su vida?
Si quieres crecer, necesitas tener un discipulado y debes también discipular a otros que están en los primeros tres niveles. No necesitas ser completamente maduro (no hay tal persona, todos estamos en proceso) para comenzar a discipular a alguien. Pero si necesitas ser creyente y tener suficiente compromiso con el Señor y madurez espiritual para ayudar a alguien. Esto tampoco es opcional.
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