(Si deseas ver o escuchar el sermón via video sobre este tema puede encontrarlo aquí o escuchar el audio abajo)
Lo irónico de todo esto es que cuando nosotros fuimos padres muchos años antes, no tuvimos que obligatoriamente tomar ninguna clase. Leímos libros, fuimos a seminarios, pero nunca el gobierno se
nos pidió que tomáramos clases. Solo se nos pidió que tomáramos un examen de sangre para sacar una licencia para casarnos. Es todo. Nada de cómo ser padres o como criar a nuestros hijos.
Muchos de nosotros ni siquiera pensamos en esto cuando estamos creciendo en nuestro hogar. Nunca pensé que mi mamá había tomado clases o sabía lo que era ser mamá. Cuando nací ya tenía siete hijos. Mi mamá tampoco, según lo que me dijo ella, tuvo padres que aprendieron a ser padres. ¿Cómo fue que aprendieron lo que es ser padre o madre? Mucho lo aprendieron con el ejemplo de sus padres.
Después de conocer a Cristo aprendí mucho leyendo y del ejemplo de otros padres cristianos, pero aun con todo esto hoy puede ver que mucho de cómo soy cómo hijos lo aprendí de mi madre. Es así. Nuestros hijos aprenden de nosotros. Todos aprendemos como hijos a ser padres de nuestros padres. Pero muchos de nuestros padres no eran creyentes y carecieron o carecen de la enseñanza bíblica. Pero aún con la enseñanza bíblica, muchos padres prefieren seguir su manera aprendida de sus padres, de la cultura o de otras formas a la manera de Dios.
Muchos se preguntan porque hay tanta disfunción en la familia, porqué tanta delincuencia.
“¿Por qué tantas familias aparentemente “normales” producen hijos delincuentes? Creo que todos estos fenómenos están arraigados en el estilo permisivo tan popular entre los padres modernos. La tolerancia y la pasividad definen el actual estilo de la crianza de los hijos. El freno y la corrección son considerados como demasiado limitadores para la psique del niño. La autoestima ha tomado el puesto del autocontrol. Los padres tienen miedo de corregir una mala conducta. Son apremiados por los expertos a dejar que sus hijos se expresen con libertad.” – John MacArthur, Cómo Ser Padres Cristianos Exitosos
El cristiano tiene el privilegio, por la gracia de Dios a aprender lo que Dios enseña sobre el deber de los hijos y de los padres. Esto lo encontramos en la Biblia. Y aunque no contiene un manual sobre cómo ser padres, los principios que encontramos son suficientes para guiarnos y enseñarnos como criar a nuestros hijos o como ser con nuestros padres como hijos. Ambos aplican a todos nosotros aquí en esta mañana. Todos somos hijos. La mayoría somos o seremos padres.
Comenzaremos al reverso. Antes de hablar lo que Dios dice a los padres, aprenderemos sobre el deber de los hijos según la Biblia. Luego aprenderemos el deber de los padres, y finalizaremos con lo que Dios dice sobre el plan que Él tiene para la familia.
¿Cuál es el deber de los hijos según la Escritura? Efesios 6:1-3 nos dice:
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.”
La Escritura es clara, manda a los hijos a obedecer a sus padres.
¿Quién Manda? Dios.
Vivimos en una cultura donde poco se habla sobre el deber de los hijos para con los padres. El énfasis está en el deber de los padres. Sin embargo, la Biblia nos enseña primero el deber de los hijos para con los padres.
En Éxodo 20 encontramos lo que conocemos como los diez mandamientos. Los primeros cuatro mandamientos tienen que ver con nuestra relación con Dios. Los siguiente seis mandamientos tienen que ver con nuestra relación con otros. Es muy importante tender esto. Esto quiere decir que nuestra relación con Dios es la base de nuestras relaciones.
En Mateo 22:37-39 nuestro Señor Jesucristo resume todos los mandamientos en dos, amar a Dios y amar al prójimo. No podremos amar como Dios sino amamos a Dios primero. El amor a Dios es la base. Para esto, como decimos cada domingo, necesitas rendir tu vida a Cristo, aceptar su sacrificio en la cruz por fe. Al hacerlo, recibes por gracia, la salvación y tu relación con Dios es restaurada. Es entonces cuando puedes amar a Dios.
Éxodo 20:12 dice: Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
El mandato de Dios es honrar a nuestros padres. Este mandamiento es el que nos enseña el trato a otras personas. Si aprendemos a honrar a nuestros padres, aprenderemos a honrar a otras personas. En el contexto, de los diez mandamientos, aprenderemos a amar a nuestro prójimo en proporción a como honramos a nuestros padres.
¿Quién manda esto? Dios. Esto fue lo que el Señor mismo dijo en Mateo 15:3-6; 19:19; Marcos 7:8-13; 10:19; Lucas 18:20. No lo manda el gobierno, no lo mando yo, no lo manda la cultura. Es más, esto no lo aprenderás en la escuela, no lo aprenderás de la cultura, al contrario te enseñará lo opuesto. Lo que no te dice es que algún día serás padre y cosecharás el fruto de lo que sembraste como hijo. El mandato de Dios es este. Tu puedes alegar todo lo quieras, pero esto es lo que Dios nos manda. Si eres creyente, sabes que esto no es opcional. No puedes escoger lo que tú quieres cuando Dios te dice claramente lo que debes hacer.
Hijos, Dios les manda a honrar a sus padres. Este es el rol que Dios les ha dado y que eventualmente tu tendrás algún día. Recuerda si esperas que tus hijos de obedezcan, debes aprender obediencia. Tus hijos aprenderán de tú.
Honrar es una idea amplia pero que Pablo en Efesios 6:1-2 clarifica.
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;”
Recordemos que esta carta fue leída a una iglesia donde padres e hijos estaban juntos. Un comentarista dice lo siguiente sobre esto:
“Si Pablo estuviera presente con nosotros hoy, se sorprendería con el espectáculo de los niños que asisten a la Escuela Dominical y yéndose a casa justo antes del servicio de adoración regular. Él tiene una palabra dirigida directamente y específicamente a los niños. La implicación es clara de que también hoy los sermones deben ser tales que incluso los niños puedan comprenderlos y disfrutarlos, al menos hasta cierto punto, variando con la edad, etc., y en ocasiones el pastor debe dirigir su atención especialmente hacia ellos.”
– Hendriksen, Efesios
La obediencia es parte primordial de la honra que debemos dar a nuestros padres. Más adelante hablaremos un poco más sobre la diferencia entre la obediencia y honra. Pero hablemos primero sobre qué es obediencia en la siguiente entrada.
La Obediencia a los Padres Segunda Parte
La Obediencia a los Padres Tercera Parte
to re-post or reproduce without editing the content.
Disclaimer:
The contents of all personal web pages and blogs published are solely my responsibility.
Statements made and opinions expressed on personal pages are strictly those of the author and not of any organization, church, or school.