1. Debemos discernir el cuerpo vv. 27-32
A. No comiendo indignamente v. 27
“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.”
La frase “de manera” nos conecta con lo dicho anterior. En el contexto esto quiere decir que comer indignamente es comer de una manera que humilla a otros.
La persona que hace esto es culpable de la muerte de Cristo (como los que lo entregaron a muerte) porque no considera a su hermano por el cual Cristo dio su vida, importante ni valioso. Es culpable porque no considera que el nuevo pacto en Cristo nos hace uno en Él sin importar las diferencias sociales.
Además, participar de la santa cena sin tomar en serio su significado y valor es ser culpable “del cuerpo y de la sangre del Señor.”
B. Probándonos cada uno de nosotros v. 28
“Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.”
Probarse quiere decir que debemos de asegurarnos que cuando participamos de la santa cena es que estamos viviendo de acuerdo al nuevo pacto en Cristo. Esto envuelve como estamos tratando a nuestros hermanos. No podemos tomar parte de la cena si no amamos a nuestros hermanos.
Los corintios de altos recursos tomaban la participaban de la santa cena pero a la vez humillaban a sus hermanos de bajos recursos. Esto era pecado en contra del Señor mismo el cual estableció esta cena para mostrar nuestra unidad en Él y nuestro amor como iglesia suya.
C. Entendiendo los resultados de comer indignamente vv. 29-32
1. El juicio del Señor v. 29
“Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.”
Fallar “discernir” que el cuerpo del Señor es uno, simbolizado por el pan, y tener divisiones basadas en estatus social (o cualquier otro criterio) es pedir el juicio de Dios. El daño en contra el Cuerpo de Cristo, su iglesia es algo que Dios toma en serio como miraremos en el siguiente versículo.
El Cuerpo de Cristo, la iglesia es UNA con todas sus diferencias étnicas, culturales, sociales y aun económicas.
2. Muerte física v. 30
“Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.”
El abuso de la iglesia en Corintio en la cena del Señor trajo la disciplina del Señor. Así como el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento experimentó el castigo de Dios, muchos en la iglesia en Corinto experimentaron enfermedad, debilidad y aun muerte.
Esto nos hace ver que la comunidad que Dios ha creado, su pueblo, la iglesia debe ser obediente a Dios o corre el riesgo también de ser disciplinada.
Hoy día no consideramos mucho este aspecto pensando que Dios nos perdona todo y no hay ninguna consecuencia. ¡Esto es necedad! Leamos los ejemplos del Antiguo Testamento. Éx. 32:35; Nú. 11:33; Deut. 32:24; Jos. 22:17
2. Debemos examinarnos para no ser castigados por el Señor vv. 31-32
“Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.”
La palabra “examinar” significa “evaluar poniendo atención cuidadosa”. Esto quiere decir que debemos auto examinarnos, auto evaluarnos y auto corregirnos en nuestras vidas antes que el Señor tenga que castigarnos. Dios no desea condenarnos (eternamente) con el mundo rebelde y prefiere juzgarnos y castigarnos para corregirnos.
Si no hacemos esto y dañamos su iglesia corremos el riesgo de un castigo severo.
Nos recuerda lo que Hebreos 11:5-8 dice en cuanto a su disciplina. La disciplina tiene el propósito de corregir hasta que la persona escoge lo que Dios le pide hacer. Resistir la corrección del Señor lleva a disciplina o castigo más severo;
No solo debemos examinarnos para evitar ser castigados por el Señor sino que
3. Debemos ser considerados unos a otros vv. 33-34
1. Esperando para comer juntos v. 33
“Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros.”
Pablo concluye el tema de la cena de una manera práctica. La obediencia a Dios es práctica no teológica. Los corintios deben ser considerados y esperar a todos antes de comer y celebrar la santa cena. Es algo muy sencillo.
2. Comiendo en casa en caso de hambre v. 34
“Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.”
Para aquellos que no podían esperar a los demás debido al hambre, Pablo les pide que coman en sus casas y así evitar ser desconsiderados.
Como cristianos complicamos las cosas con nuestra desobediencia lo cual lleva a consecuencias severas. La verdad de Dios es clara y sencilla.
Pablo termina diciendo, “Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere”. El ha corregido lo más severo pero al ir pondría en orden “las demás cosas”. El siervo de Dios Pablo debe poner “en orden” ciertas cosas.
1. ¿Eres parte del Cuerpo de Cristo, su iglesia?
¿Haz creído en el pan de vida?
2. ¿Al participar de la santa cena discierno claramente la manera en que estoy tratando al resto de cuerpo del Señor?
3. ¿Estoy consciente que debo examinarme en mi rol como parte del Cuerpo de Cristo, protegiendo la unidad y mostrando amor a todos, entendiendo que Dios puede corregirme, juzgarme y disciplinarme si no lo estoy dañando su Cuerpo?
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